ANADig: El poder del "cuarto poder"

martes, 10 de agosto de 2010

El poder del "cuarto poder"


Ernesto Martinchuk (especial para ARGENPRESS.info)

La década del 90 fue en América Latina toda, una etapa de consolidación de profundos cambios en su vida institucional. Los reiterados mensajes buscaban demoler el lugar que debía ocupar el Estado en toda sociedad que procurara desarrollarse democráticamente.
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Se comienza a instalar el concepto de que el interés comercial es más importante que la gente y que se es más cuanto más se tiene
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............... Los grandes medios, cuyos dueños -ocultan rostros y nombres- ser mueven al ritmo de sus intereses y se escudan detrás de la defensa de la declamada independencia y libertad de información para defender la libertad de empresa.
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Lo que importa en este mundo de las imágenes y de apariencias, es favorecer los intereses económicos del medio emisor o de sus socios comerciales.
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...una investigación realizada para un posgrado en la Universidad de San Martín (Unsam). Durante el mismo se examinó la agenda principal de los noticieros centrales de la televisión abierta en la ciudad de Buenos Aires durante el primer semestre de 2007. En total unos 350 noticieros. El agrupamiento temático surgido de la clasificación de los titulares de apertura permitió establecer un total de 1.446 titulares, que se agruparon alrededor de 9 grandes ejes de articulación.

El resultado fue que 356 titulares correspondieron a Inseguridad y violencia, 227 a Información General, 234 a Información Política (incluyendo la campaña electoral presidencial), 181 a Gestión Gubernamental, 132 a Accidentes y Catástrofes, 105 a Justicia y Derechos Humanos, 105 a Conflictividad Social, 74 a Clima y Medio Ambiente y 35 menciones para Noticias Internacionales.

El agrupamiento temático de los titulares puso de manifiesto que 533 menciones (más de la tercera parte del total) correspondieron a situaciones de riesgo para la integridad de las personas e instituciones -incluyendo crímenes, delitos, catástrofes y atentados-, en tanto que otra buena parte se destinó a la cobertura de conflictos provinciales e institucionales -a veces también violentos- en conjunto con las campañas electorales.

Ciertamente, la exposición de hechos dramáticos y de violencia en pantalla constituyen aspectos relevantes del discurso televisivo, máxime en su afán de retener audiencia y neutralizar el poder de conmutación de los espectadores a través del recurso del control remoto.

colaboración Gloria Liliana Badia

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