ANADig: junio 2010

miércoles, 30 de junio de 2010

Primero se fue la "Noble Madre", ahora los "Noblecitos"... por que huir ??

Según informaron fuentes de migraciones, Felipe Noble Herrera dejó la Argentina el pasado 6 de junio y su hermana Marcela lo hizo hoy. Aparentemente, ambos habrían partido rumbo a Uruguay. Los hijos de Ernestina Herrera de Noble, dueña del diario Clarín, no están impedidos de viajar al exterior.
Los hermanos Noble Herrera dejaron la Argentina.

Una primicia de CN23 reveló que Marcela y Felipe Noble Herrera dejaron del país, según una información suministrada por fuentes de migraciones.

Felipe Noble Herrera dejó el país el pasado 6 de junio y su hermana Marcela, hoy. Aparentemente, ambos habrían partido hacía Uruguay.

En el mes de mayo, la propia Ernestina ya había dejado el país con rumbo a Uruguay, con destino final a Estados Unidos.

Además, la asociación Abuelas de Plaza de Mayo oficializó hoy que el Banco Nacional de Datos Genéticos le comunicó a la Justicia que las prendas de vestir entregadas por Marcela y Felipe Noble Herrera en el allanamiento "no fueron aptas para obtener su perfil genético”.

"No es posible descartar que las prendas hubieran estado contaminadas desde antes de que fueran obtenidas por la Justicia, para imposibilitar el estudio. Ello sería posible si los involucrados hubiesen sido advertidos del procedimiento con anterioridad”, dijo la organización de Derechos Humanos a través de un comunicado.

De galpón comedor a centro digital

Por Laura Vales

Al galpón del Comedor Los Pibes, de La Boca, le va quedando poco de galpón. Desde la esquina de Suárez y Almirante Brown se puede ver que el frente está cambiado. En un sector de lo que era el viejo depósito hay ahora un centro de capacitación digital, destinado a dar cursos de computación gratuitos para el barrio. Y en el primer piso, los albañiles siguen en obra. Construyen las salas donde funcionará un estudio de radio –la futura FM Riachuelo– y otro estudio para editar documentales en video. El Comedor Los Pibes, centrado hasta ahora en armar los proyectos productivos clásicos de los movimientos de desocupados –tiene una panadería, un taller textil, una cooperativa de viviendas–, se ha propuesto ampliar sus actividades.

El sector nuevo estará enfocado en capacitar y tener medios de comunicación propios. Al cruzar la puerta de entrada, un cartel anuncia “abierta la inscripción”. Sobre una pequeña mesa despintada, un cuaderno va sumando los nombres de los que se anotan. El centro digital está tras una pared vidriada: una sala con computadoras de última generación, donde un grupo de jóvenes cursa el primer taller.

“El objetivo de este año es capacitar a gente del barrio y de organizaciones sociales, tanto del Comedor como de los otros movimientos que quieran aprovechar, para que adquieran conocimientos de computación aplicables al trabajo y a su vida diaria”, cuenta Valeria Gracia, la encargada del área. Dice también que después de este curso, a partir de julio, darán otro de alfabetización informática, destinado a aprender “el uso de programas como el Excell, el Word y algo de programación”.

El centro fue financiado por programas de los ministerios de Industria y de Trabajo y se estrenó con una capacitación en programas para diseño gráfico, que tuvo como alumnos a militantes de la organización. Un tercer módulo estará destinado a enseñar el manejo de programas de operación de la futura radio.

“Laboralmente, hoy la computación se usa en todos lados. Incluso en trabajos de poca capacitación, como la limpieza en los hoteles, están utilizando computadoras. En los supermercados, otro lugar de primer empleo, en ventas”, enumera Valeria Gracia.

Los jóvenes que están practicando con los programas de diseño comentan que van a usarlos para los afiches y gacetillas sobre las actividades de sus movimientos.

Pasar de pantalla

En una oficina del primer piso, Lito Borello, fundador del Comedor, cuenta que para armar el centro de informática se acercaron al programa Mi PC, a cargo del Ministerio de la Producción, y consiguieron el aporte de las computadoras. “Nos interesa porque hace a nuestro propio fortalecimiento como organización popular. Con la radio y los documentales el planteo es el mismo, son cosas que se inscriben en la posibilidad de dar la famosa batalla cultural”, señala. Borello hace un poco de historia. El Comedor Los Pibes, recuerda, nació antes que los movimientos piqueteros surgidos entre el ’98 y el 2001. Viene de la toma de las bodegas Giol, en el barrio de Palermo, como un grupo centrado en el problema de la falta de acceso a la vivienda.

En el ’94 los desalojaron y algunos militantes rearmaron su proyecto político en La Boca. Ya trabajaban con un concepto de la organización territorial. Pronto llegaron los años de la desocupación, y el Comedor Los Pibes tomó muchas características de las organizaciones piqueteras. Trabajó con bolsones de comida –“aunque nunca tuvimos muchos”, asegura Borello–, tramitó programas del Estado para desocupados y armó cooperativas productivas.

“Ahora nos sentimos en otra situación.” Para ser más claro, cuenta cómo “en 2000, 2001, 2002, intentamos dar cursos de alfabetización, pero la gente no lograba mantener la continuidad, porque tenía la cabeza en otra cosa. Estaban muy presionados por la crisis, no lograban zafar de las necesidades más urgentes. Querían aprender, pero la dinámica de su vida no se los permitía. Hoy tenemos otro clima; la mayoría de los compañeros, por ejemplo, tienen un ingreso porque trabajan en las cooperativas, o consiguieron empleo en el sector privado. Es cierto que son menos los que están en blanco, pero un ingreso tienen. Eso te da otro piso donde pararte”.

Sin estudios previos

El centro de capacitación, la radio, el estudio de TV y una recién abierta biblioteca convivirán con el sector histórico del movimiento.

Una recorrida por el Comedor pone a la vista los logros y dificultades de los últimos años. La cooperativa textil se anota entre los logros. Quienes trabajan en ella están teniendo ingresos de entre 1000 y 1200 pesos mensuales, confeccionando guardapolvos para el Ministerio de Desarrollo Social y para otros encargos cuando aparecen. La cooperativa de viviendas está levantando a pocas cuadras un complejo habitacional, que se inaugurará el año que viene. En cambio, la panadería no ha podido tener el mismo despegue, a pesar de contar con equipamiento industrial, y sólo produce para consumo interno. “No dan los números. La Boca tiene precios bajísimos”, dice Borello. Para ser rentable, deberían tener algún comprador fijo y en cantidad, como hace el Estado con los guardapolvos. ¿Sigue siendo imposible sostenerse sin ese respaldo? Borello dice que hay que sumar varias cosas: se necesitan las máquinas y el apoyo estatal, pero también “un nivel de conciencia, porque si no, rápidamente replicás lógicas viejas. Si a nuestra textil la sacás de acá y la ponés en la vereda de enfrente, pierde el hilo conductor y se cae”.

Otro tema vinculado con la ampliación de las miras del Comedor es que, dice el dirigente, las funciones de las organizaciones sociales también van cambiando según el contexto. “El bolsón de comida ya no es lo central, como en otras épocas. La organización da una contención más general pasó a ser parte de la vida de sus integrantes. Hubo una construcción política que se ve cuando la gente consigue trabajo y no se va del Comedor. Sigue acá porque se siente ligada por otras cosas. Como organización social, nos pensamos como actores del sistema político, como parte de una nueva democracia a construir.”

Así como las computadoras fueron aportadas por el Ministerio de Industria, la cartera de Trabajo se hará cargo de pagar los sueldos de los docentes. También puso fondos para la adecuación edilicia del lugar. Por el convenio con el Gobierno, el Comedor deberá garantizar que la mitad de los alumnos sean vecinos del barrio, mientras que la otra mitad podrán ser integrantes de organizaciones sociales. La inscripción para los cursos tiene como único requisito ser mayor de 18 años.

martes, 29 de junio de 2010

La asignación por hijo es reconocida por Amnistía Internacional


La organización humanitaria Amnistía Internacional dio a conocer en Londres su informe anual denominado “2010: la brecha en la Justicia condena a millones de personas a sufrir abusos”, a través del cual da cuenta de la situación de los derechos humanos en 159 países. En su capítulo correspondiente a la Argentina, esa organización vuelve a destacar –como en años anteriores– la situación de las comunidades originarias que vienen sufriendo reiteradas órdenes de desalojo en su contra a pesar de existir una ley de emergencia nacional aprobada en el 2006, y que fuera extendida por el Congreso hasta el 2013. Por otro lado, plantea la situación del sistema carcelario aún sin resolver y da cuenta de la falta en la implementación de una ley para prevenir y castigar la violencia de género.

Además, el documento destaca los procedimientos penales en relación con el terrorismo de Estado, aunque reconoce las moras a raíz de la “la falta de recursos” y subraya como hecho relevante la implementación de la asignación mensual por hijo a familias de bajos recursos.

En su apéndice referido a información general, Amnistía da cuenta de que en el país a lo largo del 2009 “se registraron protestas y manifestaciones generalizadas contra el desempleo, el elevado nivel de delincuencia urbana, las precarias condiciones de vivienda y otros motivos de preocupación social”, al tiempo que destaca que “el Gobierno para tratar de paliar la exclusión social” estableció “una asignación mensual por hijo a las familias sin trabajo, con bajos ingresos o que trabajaran en el sector informal”.

Sobre la situación de los pueblos originarios, entre otras cosas, advierte que “se siguieron dictando órdenes de desalojo” en su contra a pesar de “las normas internacionales y de una ley de emergencia nacional aprobada en el 2006”. En ese sentido destaca que el Congreso de la Nación amplió el período de aplicación de dicha norma “hasta noviembre del 2013 por la falta de avances en la revisión nacional” sobre la materia. Da cuenta de que se les negó a varias comunidades “el derecho al consentimiento libre, previo e informado sobre proyectos relacionados con la explotación de recursos naturales” en sus territorios y detalla que “en la provincia de Neuquén se formularon cargos penales contra unas 150 personas”. También da cuenta del asesinato a manos de un terrateniente del cacique diaguita Javier Chocobar, ocurrido en octubre pasado en Tucumán.

En materia de derechos humanos destaca que “se produjeron avances en el enjuiciamiento de destacados responsables de violaciones de derechos humanos perpetradas en el pasado”, aunque “la falta de recursos provocó largos retrasos” en la administración de justicia.

El informe sostiene que “a pesar de los programas de protección” los testigos, siguieron recibiendo amenazas y que sigue con “paradero desconocido Jorge Julio López, demandante y testigo principal en la causa seguida contra Miguel Etchecolatz”.

Al referirse al sistema carcelario advierte que “se recibieron informes sobre las pésimas condiciones, el hacinamiento y la falta de servicios de salud apropiados” en dichos establecimientos “de las provincias de Santiago del Estero y Mendoza”, además de situaciones “de violencia”, “torturas” y “otros malos tratos” y destacó que “las autoridades no crearon un mecanismo para la prevención de la tortura, en contra de lo establecido en el Protocolo Facultativo de la Convención de la ONU”.

En el rubro de violencia de género, la organización advirtió que sigue siendo “motivo de honda preocupación” y destaca que “en abril se aprobó una ley para prevenir y castigar” ese delito, aunque ésta no ha entrado en vigencia.

Consultada por Buenos Aires Económico, Gabriela Boada, directora ejecutiva interina de Amnistía Internacional filial argentina, sostuvo que “la situación de los pueblos indígenas es una gran preocupación” para ese organismo “porque vienen sufriendo desalojos continuamente a raíz de lo cual recibimos reiteradas denuncias”. En lo que respecta a torturas y malos tratos en las cárceles advirtió que son “una deuda vieja en Argentina” y agregó que siguen existiendo situaciones “de hacinamiento, falta de condiciones de salud y de alimentación”.

Destacó los avances en los juicios por terrorismo de Estado, “lo que hay que reconocerlo”, pero advirtió sobre “la mora en la Justicia, que es una deuda histórica que hay que saldar”, e hizo hincapié en la necesidad de proteger a los testigos, medidas que en el país “son muy frágiles”.

Consultada sobre la asignación mensual por hijo, Boada dijo “que es una medida importante y positiva para poder hacer una distribución de la riqueza de un modo más equitativo”, pero sin embargo subrayó que “los derechos económicos, sociales y culturales y la pobreza en la Argentina son muy grandes y hacen falta otras medidas de este tipo para hacerle frente”.

Como conclusión final, Boada señaló que “las políticas de derechos humanos en el país normalmente son vinculadas a los derechos civiles y políticos”, pero hace falta “tener una visión de derechos humanos más integral que incluya temas como la pobreza o la deuda con las comunidades indígenas que ya llevan más de doscientos años de mora”.

Aníbal Fernández en el Senado

El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, dijo que "el programa de Asignación Universal por Hijo implementado en nuestro país es reconocido a nivel mundial", entre otros, "por Amnesty International".

"La Asignación Universal por hijo vino a reparar un problema gravísimo y, por ejemplo, según encuestas, tiene el 85 por ciento de aceptación en la gente de la mesopotamia", precisó.

Por otra parte, el jefe de Gabinete defendió esta tarde las mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos y señaló que "las encuestadoras privadas inventaron un verso", durante su exposición en el Senado de la Nación.

En ese sentido, Fernández destacó que "los datos del INDEC se usan en diversos organismos del mundo".

"Nuestros profesionales, permanentemente están haciendo cooperaciones con profesionales de Latinoamérica. Es llamativo que todo esté volcado a hacer ver que los números del INDEC están mal", agregó Fernández.

Fuente: El Argentino.

Las muestras no sirvieron

Los análisis de la ropa requisada a los hijos adoptivos de la dueña de Clarín estaban contaminados. La jueza Arroyo Salgado citó a los genetistas para determinar qué pudo haber sucedido. Tiene que decidir si ordena nuevos allanamientos.
La jueza Sandra Arroyo Salgado llamará a declarar a todos los genetistas que participaron en los trabajos para determinar el ADN de Felipe y Marcela Noble Herrera. El objetivo será esclarecer los motivos por los cuales no se pudo establecer el perfil genético de los hijos adoptivos de la dueña del diario Clarín. Como es obvio, existen dos hipótesis. La primera es que, por inhabilidad o circunstancias propias de estos estudios, las muestras se contaminaron y no se pudo hacer el estudio. La segunda hipótesis es que los jóvenes ya sabían que les iban a requisar la ropa, incluso en el propio juzgado, por lo cual las prendas estaban contaminadas previamente.

Todo indica que la jueza, que ya actuó en tres casos anteriores, tendrá que buscar la forma de conseguir nuevas muestras que permitan establecer el perfil genético de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble. Lo único que sí está claro es que en toda la historia de la búsqueda de nietos nunca se produjo un caso con semejante cantidad de dilaciones, irregularidades, idas y vueltas. Como es obvio, todo se podría evitar si Felipe y Marcela aceptaran entregar sangre –el método más seguro– y admitieran que se determinara de una vez por todas si son o no hijos de desaparecidos.

Desde hace una semana, entre los peritos oficiales y de parte viene circulando la asombrosa versión de que no se estaba pudiendo establecer el ADN de Felipe y Marcela como para compararlo con las muestras que están en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Los trascendidos indican que en las prendas que se le secuestraron a Marcela se encontraron perfiles genéticos de tres personas, algo totalmente inusual. En el caso de Felipe, habría perfiles de dos personas distintas en la ropa que llevaba puesta el día en que los integrantes del Cuerpo Médico Forense y los especialistas del BNDG participaron del allanamiento en la casa de su madre adoptiva.

Según genetistas consultados por este diario, obtener muestras no contaminadas es difícil. Ha ocurrido con casos en que se secuestraron cepillos de dientes o peines. Los nietos supuestamente apropiados, que en estos casos se oponen a la entrega de material genético, tienden a no decir cuál es su cepillo de dientes o su peine, de manera que hubo que repetir los procedimientos en varias oportunidades. También se dice que la contaminación de la ropa no es inhabitual porque el roce, el contacto con otras personas, puede deteriorar la muestra.

En el caso Noble Herrera los hechos llaman la atención. Los hijos de la dueña de Clarín concurrieron al juzgado de Arroyo Salgado para responderle a la magistrada si estaban dispuestos a entregar sangre para el análisis. Ambos contestaron que no. Y cuando después se quejaron por la intercepción de vehículos que se produjo minutos después y el allanamiento en la casa de Ernestina, exhibieron un argumento extraño: “Podrían habernos pedido la ropa en el juzgado, en lugar de interceptar autos o allanar la vivienda de nuestra madre”. En verdad, Arroyo Salgado había recurrido al método menos traumático, obtener la ropa en la casa de los hermanos, permitiéndoles que se la saquen en su propio baño. La frase sobre la toma de la muestra en el juzgado sugiere que, obviamente, iban preparados para eso. Y allí aparece la hipótesis de que la ropa que llevaban puesta estaba previamente contaminada, como otros nietos –en verdad, muy pocos casos– entregaron cepillos de dientes y peines que no eran de ellos. Lo que está claro es que en el momento del allanamiento a la casa de Ernestina, cuando se produjo el secuestro de las prendas, Felipe y Marcela llevaban la misma ropa que en el juzgado y una parte de las prendas requisadas fue ropa interior. Así lo declaró uno de los profesionales que participaron del procedimiento. La contaminación de ropa interior, con dos y hasta tres perfiles genéticos, es asombrosa.

Ahora le queda a la jueza Arroyo Salgado establecer qué es lo que pasó, por qué fracasó la determinación del perfil genético de Marcela y Felipe. Para ello, llamará a declarar a todos los especialistas que participaron de los trabajos. Pero, por supuesto, la magistrada enfrenta una dificultad aún mayor: conseguir las muestras que le permitan hacer la comparación con las familias que buscan a sus nietos apropiados. Nadie sabe si Arroyo Salgado ordenará nuevos allanamientos, procedimientos o cualquier otra movida. Es más, no falta quien afirma que puede volver a citar a Felipe y Marcela para convencerlos de que la forma más eficaz y seria de esclarecer el caso es que se avengan a entregar la muestra de sangre. A priori, parece misión imposible.

ANADig, desde Página 12, Por Raúl Kollmann e Irina Hauser

lunes, 28 de junio de 2010

Diego la sacó de taquito en Sudafrica, Cristina paró a Sarkozy... que más podemos pedir?

Fuerte cruce de Cristina con Sarkozy en Canadá

TORONTO, Canadá.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner protagonizó hoy un cruce verbal con su par de Francia, Nicolás Sarkozy, durante el debate que se dio en el seno del G-20 sobre si la salida a la crisis económica mundial debe ser el ajuste o los estímulos fiscales. En las deliberaciones, Sarkozy dijo que los representantes de América latina, que rechazan el ajuste implementado en la Eurozona, no sabían del "hostigamiento" que tenía el euro y que llevó a varias naciones a implementar fuertes medidas de recorte presupuestario.

Según relató la propia Presidenta a la prensa, posteriormente a la intervención de Sarkozy pidió la palabra para responderle por considerar que "no es de buen tino interpelar a alguien porque no se está de acuerdo con lo que se dice", y para aclarar que a la Argentina le interesa la salud del euro porque tiene parte de sus reservas monetarias en esa moneda.

La jefa de Estado se había explayado sobre las consecuencias que tuvieron para la Argentina las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Fernando de la Rúa y que derivaron en la crisis económica, social y política de 2001.

"Me mencionó y me vi obligada a contestar", argumentó Fernández de Kirchner al relatar el episodio durante una conferencia de prensa que brindó ante periodistas argentinos enviados a cubrir la cumbre del G-20 en Toronto, entre ellos DyN.

La Presidenta le advirtió a Sarkozy que la Argentina está interesada sobre la situación del euro porque tiene "reservas en el Banco Central en esa moneda", y agregó que a ella le preocupa "la estabilidad de Francia".

"Estoy segura de que Sarkozy no tiene ni un peso (argentino) en su Banco Central", ironizó su enojo la primera mandataria ante la prensa. Además, se explayó acerca de la postura expresada por América latina en esta cumbre en contra de los recortes presupuestarios en Europa, que también fue expresada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien teme que los ajustes en el Viejo Continente puedan generar nuevamente recesión de la economía global.

"En América latina podemos dar cátedra de hostigamiento y embargo" como consecuencia de las crisis pasadas, le retrucó la jefa de Estado al presidente francés. Y argumentó que si bien se respeta la soberanía de cada país por aplicar las medidas que considere oportunas, la Argentina cree que "la situación" de crisis "se mejora de otra manera" que no sea la vía del ajuste.

Los representantes latinoamericanos en el G-20 son la Argentina, Brasil –aunque el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva faltó a esta cita por las graves inundaciones que sufre el noroeste de su país- y México. Para esta reunión también fue invitado el saliente mandatario colombiano, Alvaro Uribe.



Fuente: DYN

domingo, 27 de junio de 2010

JUAN CABANDIÉ Y JOSÉ OTTAVIS, dos líderes jóvenes

Ambos referentes de la Juventud Peronista K y fuertes defensores del modelo instaurado en
2003. Uno es nieto de desaparecidos durante la dictadura militar, que recuperó su identidad y se transformó en un militante político y legislador porteño. El otro, referente de la agrupación oficialista La Cámpora y jefe de la JP bonaerense.

José Ottavis y Juan Cabandié apuntaron contra el grupo Clarín y los sectores políticos del pasado

“Otras fuerzas políticas nos dicen que el Gobierno le dió gran importancia a la militancia juvenil”; "Se rompió la obediencia debida con Clarín”; "Hay una discusión de ideas por un modelo”

Ottavis y Cabandié aseguran que el escenario de cara a 2011 cambió. Sostienen que existe una juventud movilizada que enfrenta el debate. Las consignas que se autoimponen es "evangelizar"
la política, "que es contar las cosas buenas del Gobierno”. Ambos señalan como contrincantes a
los sectores históricos de la política y a los medios de comunicación concentrados.
- ¿Cómo analizan el escenario político actual? ¿Varió el clima en comparación con 2009?
José Ottavis - Desde la juventud peronista de Buenos Aires y desde la calle vemos que hay una discusión
fuerte que hace mucho tiempo no se daba en la Argentina y en muchos lugares del mundo. Se ha
instalado una discusión de ideas por un modelo de país que es el que plantea (Néstor) Kirchner y Cristina
(Fernández) con este proceso político.
Este modelo piensa en que lo que menos tienen salgan de la situación de pobreza y de bienestar
social, y eso implica que para hacerlo hay que regular a los poderosos desde el Estado.
Juan Cabandié - El escenario lo veo muy bien después de las elecciones porque muchos nos
daban por muertos, pero la capacidad de trabajo de Cristina y la visión estratégica de Kirchner han hecho que hoy el proyecto sea una alternativa real para las soluciones reales. Cuando la sociedad
mira lo que está enfrente se retrotrae al pasado reciente, al 2001, a la década del '90. Del otro, hay un
proyecto contrario a esa realidad pasada. La Argentina tiene dos alternativas: la continuidad y profundización de lo que hasta ahora se viene desarrollando con mucha claridad y épica, o volver a las experiencias que ya hemos tenido. No hay lugar en el medio porque hay algunos sectores que pretenden posiciones intermedias pero como diría Jesucristo, "a los tibios los vomito en mi boca".
- ¿Cómo se capta la atención de la juventud?
JO- La franja etaria de la juventud donde hay discusión, rebeldía, donde hay condena a la injusticia no mira para otro lado, al revés, es la primera que reacciona. Nosotros tenemos dos maneras de llegar: una, defender lo que se hace bien porque podemos defender una política de derechos humanos que condena a los represores y genocidas, y ellos eligen que Videla esté preso y dicen que éste Gobierno lo hizo. La otra, que Juan es un buen ejemplo en la Ciudad, es estar al lado de los problemas porque estamos para señalarlos. Porque las chicas son madres a los 15 años, el paco es una realidad, la condena social a la pobreza también está. Nosotros estamos al lado de ellos diciendo que queremos cambiar esa realidad.
- ¿Hay militancia en la Ciudad? Porque se acusa a la juventud porteña de frívola.
JC- Yo no diría que la Capital está trazada por una cuestión geográfica sino por una cuestión sociológica. El comportamiento de la juventud es igual al que se tiene en todos los grandes centros urbanos del país, y la sociedad se deja llevar más por los medios de comunicación que por lo experimental.
La concentración de medios que se hizo desde la dictadura a esta parte ha hecho que muchos
no se acerquen a la cuestión colectiva, a tal punto que en la Ciudad muchos que viven en edificios
ni bajan a una reunión de consorcio.
Pero también es cierto que hay una gran parte de la sociedad que tiene una postura solidaria y se ve
cuando sucede un hecho trágico como una inundación. Nosotros desechamos la caridad y queremos la
solidaridad. Por eso en la Ciudad hay militancia, se evangeliza porque nuestra tarea es contar las buenas
noticias y nosotros tenemos mucho para contar. ¿Cómo hace un militante del PRO que no tiene buenas
noticias para dar?, y ¿cómo hace un radical después de que Ernesto Sanz dijera que la Asignación Universal es para que los pobres se droguen?. Pero la juventud peronista tiene argumentos para decir
que hay que acompañar y profundizar el modelo.
- ¿Y cómo miden esa presencia de la juventud kirchnerista?
JC- Lo comentamos con José, porque varios jóvenes de otras fuerzas políticas se han acercado y nos han dicho: "a ustedes Kirchner les da mucha importancia y mucho lugar". Y la verdad es que la militancia juvenil del kirchnerismo no la tiene ninguna otra fuerza, y no es para hacer alarde, porque sabemos que nos falta mucho trabajo.
- ¿Cómo repercutieron en los bonaerenses los dichos de Sanz sobre la Asignación Universal por Hijo?
JO- King Kong es mendocino porque es la gorilada y es el exabrupto más grande que se dijo en el último
tiempo. Pero no es tan grave lo que significa decirlo sino más grave aún lo que significaría hacerlo, porque en realidad Sanz lo que le está diciendo a una parte de la sociedad es que si sos pobre vas a morir en la ignorancia porque cree que si tenés plata te vas a drogar o la vas a perder en el juego. Y eso es gorilismo, igual que pintar "viva el cáncer", o "los 30 mil algo habrán hecho". Pero lo peor es qué haría si fuera Gobierno, que es sacar la Asignación Universal, devolver las jubilaciones a las AFJPs, dejar a los militares genocidas libres, derogar la Ley de Medios.
-¿Cómo viven esta pelea con el grupo Clarín?
JC- Nosotros no tenemos una pelea sino que buscamos la democratización de la información. Los medios
concentrados tienen una pelea con cualquier Gobierno que los desobedece.
Ellos están peleados con nosotros. Cuando hubo un gobierno que estaba peleado con Magnetto
se venían las cinco tapas famosas e iban a sus pies. En este caso hubo un gobierno que rompió esa obediencia debida con Magnetto y con el grupo Clarín.
JO - Cuando uno pelea contra los intereses, estos reaccionan fuerte y de manera estratégica y táctica. Clarín y Magnetto encarnan la defensa de los poderes en la Argentina que defienden los intereses de los poderosos, esto implica a grupos hegemónicos; la patronal agro-exportadora; y en general a la clase política de antes. Cuando en la tapa de Clarín se ve una condena total a Néstor y Cristina, y un beneplácito total con Duhalde, Carrió, De Narváez, Macri, lo que en verdad están haciendo es defender
el pasado.
-¿Qué mirada le aportan desde la juventud al Gobierno?
JC- Acá la pelota la mueve Cristina porque ella fue la que arbitró los medios necesarios para que haya
una ley que va en contra de la concentración mediática, y nuestro rol es acompañarla con la militancia
para dar a conocer la importancia de esta ley. Víctor Hugo (Morales) va con su programa de radio por los
pueblos y después se queda a dar charlas sobre la ley y cuenta que los más interesados son los jóvenes. Esa es una tarea que realizamos también nosotros más allá que Víctor Hugo es mucho más reconocido y viene peleando por la democratización de los medios hace muchísimos años.
JO- Hay un dato que no es menor, que se trata de que las medidas más importantes están en manos de los jóvenes. Mariano Recalde está defendiendo una aerolínea de bandera que nos comunica a todos los argentinos, y él es un joven. Andrés Larroque, dirigente de La Cámpora, que se encuentra trabajando con el tema de la reforma política. Diego Bossio, que tiene 30 años, y ese equipo de jóvenes que lleva adelante la asignación universal. Por ejemplo Boudou, que es un poco más grande, reestatizó los fondos de las AFJPs por decisión de Cristina y después se encuentra en Economía cerrando el segundo canje. Este Gobierno escucha, pero te deja hacer y habla de un presente concreto.
- ¿En la provincia de Buenos Aires el rival es De Narváez?
JO- Desde que Scioli empezó a crecer cada vez más es golpeado por la corporación política y mediática.
Cuando todo el mundo pensaba que iba a ser un traidor en la política, demostró no serlo y es de los tipos más leales a un modelo político. Después se dijo que no iba a poder gobernar y que el único que podía hacerlo era Felipe Solá. Pero Scioli agarró la provincia que Felipe le dejó bastante prendida fuego y pudo cerrar paritarias con los docentes, no sacó ninguna cuasi moneda, implementó políticas
sociales que cortaron con el clientelismo, etc. Entonces, hay un buen gobernador; y además hay un
peronismo muy fuerte con una historia que no tiene que ver con "alica, alicate", sino con la historia de
Perón, que son reivindicaciones. En ese sentido Balestrini, que hoy está pasando un mal momento, y todo el peronismo bonaerense significan estar al lado de los más humildes y tratar de sacarlos de esa situación. Por eso vamos a dar una muy buena batalla y vamos a ganar holgadamente a cualquier invento que nos quieran poner enfrente porque la gente no compra el pasado.
- ¿Y en la Ciudad cómo se presenta el escenario teniendo en cuenta que Pino Solanas disputa un espacio similar al de ustedes?
JC- En primer lugar, Pino Solanas va a tener que dejar de hablar de las minas y los hielos para hablar de los árboles, los baches, el alumbrado, barrido y limpieza que son las cuestiones cotidianas de la Ciudad si es que quiere ser jefe de Gobierno. Pero me parece que no tiene muchas ganas de representar a los porteños.
En cuanto a nosotros, tenemos una chance importante y sabemos que tenemos que sacar la mayor cantidad de votos porque si fallan los centros urbanos, falla la elección nacional. Eso se va palpitando porque hay una especie de revisión histórica del pasado reciente y se sabe que Kirchner va a garantizar estabilidad en términos económicos y confiabilidad porque las transformaciones que viene realizando el
gobierno de Cristina nunca han sido en desmedro de la sociedad sino todo lo contrario.

El libro que relata el despojo de Papel Prensa


Un adelanto de Silencio por Sangre, de Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli, que iniciará el domingo próximo la colección de investigación periodística de Miradas al Sur.
Silencio por Sangre es un libro urgente, resultado de una larga y exhaustiva investigación –parte de la cual fue publicada por Miradas al Sur durante el último año– que aún continúa, pero escrito contra reloj.
Su objetivo es explicar cómo, durante la última dictadura, los dueños y directivos de los tres diarios más importantes de la Argentina se apropiaron, en complicidad con el Estado terrorista, de la empresa que les permitiría monopolizar la producción del papel de diario.
Esa maniobra de apropiación formó parte de la alianza estratégica entre la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 y los representantes de los grupos económico-mediáticos más grandes del país. Los grupos económicos concentrados necesitaban a los militares para eliminar a la disidencia política y social que se oponía a sus intereses. Los dictadores, por su parte, exigían no sólo una prensa silenciada mediante la censura, sino medios cómplices de sus políticas y de sus acciones. Esa misión la cumplieron Clarín, La Nación y La Razón y, a cambio de ello, recibieron el monopolio del papel de diario, una suerte de dictadura contra la libertad de expresión.
Entre fines de 1976 y la primera mitad de 1977, el Grupo Graiver fue despojado ilegalmente de Papel Prensa S.A., en una operación que –más allá de sus motivaciones políticas y económicas– desnudó el feroz antisemitismo de los militares en el poder. Para lograr sus objetivos, los dictadores utilizaron presiones, amenazas, secuestros, desapariciones, torturas y asesinatos. Paralelamente –y en pleno conocimiento de la utilización de estos instrumentos del terrorismo de Estado–, los propietarios de los tres diarios crearon una empresa fantasma con la única finalidad de quedarse con las acciones de Papel Prensa que los herederos y socios de David Graiver fueron obligados a entregar. Transferencia bajo presión. Las acciones en poder de la sucesión que la familia Graiver fue obligada a transferir eran 958.907 acciones de clase “C” y 3.800.000 acciones clase “E”, más todos los derechos de preferencia para futuras emisiones, revalúos acordados y a acordarse, “e incluso adelantos que existieren para futuras emisiones”. El precio que le fijaron a la transferencia no consentida libremente fue de 996.000 dólares. El grupo fundador, es decir David Graiver por sí y terceros, había invertido desde el mes de abril de 1972 hasta octubre de 1976, 15 millones de dólares, aproximadamente, importe que al momento de arrebatárseles a sus familiares las acciones a nombre de la sucesión, estaban incrementados por el valor comercial de la empresa. Algunas estimaciones que han dado vuelta alrededor del valor de Papel Prensa al momento de su apropiación, oscilan entre tres y cinco veces los fondos invertidos.
(…) La sola lectura del contrato muestra que se trató de un despojo, y como tal, nunca consentido. Veamos: con 7.000 dólares de seña, el pagador adquiere el título de comprador del bien que él mismo valúa en 996.000 dólares. Lo dice sin ningún atisbo de vergüenza: esos 7.000 dólares de seña tienen “el carácter de principio de ejecución del contrato, formando parte del precio y declarando expresamente ambas partes que la operación es firme e irreversible”. Dos reconocimientos fundamentales que le hace el “vendedor” al “comprador”: la operación no se podrá echar atrás y el “contrato”, gracias a esos 7.000 dólares, es ejecutable; es decir, el bien que “se vende” pasa a manos del “comprador”.
(…) La respuesta a la falsa condición suspensiva está en el numeral sexto del “boleto de venta” que le hicieron firmar a la familia Graiver: “Este contrato es transferible... sin necesidad de consentimiento ni conformidad alguna del vendedor”. Con premeditación, los apropiadores obligaron a los “vendedores” “a asistir a la Asamblea a convocarse a los efectos del artículo 9º del Estatuto de Papel Prensa S.A. y votar favorablemente con todos sus votos para aprobar la presente operación e igualmente a realizar los actos y gestiones y otorgar cuantos instrumentos fueren necesarios a los efectos del presente contrato”. Faltó la firma de Al Capone. Operación “Amigo”. El 14 de marzo de 1977, un grupo de tareas secuestró a Lidia Papaleo de Graiver. Ese día también fueron secuestradas Silvia Fanjul y Lidia Gesualdi. Tres días más tarde fueron secuestrados Juan Graiver –padre de David–, su mujer, Eva Gitnacht de Graiver; Isidoro Graiver –hermano menor de Dudi–, y el apoderado de la familia en la sucesión, Jorge Rubinstein.
Los llevaron al centro clandestino de detención conocido como Puesto Vasco.
A principios de abril, Rafael Ianover fue citado en las oficinas del diario La Nación para entrevistarse con Campos Carlés, representante de La Nación; Bernardo Sofovich, abogado de la viuda de Noble y hombre de Clarín , y Patricio Peralta Ramos, de La Razón . Este último le exigió que les firmara la cesión de sus acciones. Antes de hacerlo –aterrorizado por la desaparición de los Graiver–, Ianover le pidió seguridades para él y su familia. “No le va a pasar nada, firme”, le aseguró Peralta Ramos.
Ianover fue secuestrado el 12 de abril de 1977. También lo llevaron a Puesto Vasco.
El objetivo de los secuestros fue que ni los Graiver ni sus socios cobraran jamás el precio vil que habían debido aceptar por las acciones.
Los operativos de que fueron víctimas recibieron un sugestivo nombre por parte del hombre que los comandó, el coronel Ramón Camps, entonces jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires: “Operación Amigo”, los llamó. Peleas entre dictadores. El tándem Martínez de Hoz-Videla confrontó con Massera. Los negocios se dirimieron al interior de la dictadura y con la metodología mafiosa que asumió ese proyecto económico y político desde sus inicios. Las facturas se saldaban con desapariciones, atentados y muertos de uno y otro bando, tales como el atentado a Guillermo Walter Klein. Papel Prensa no estuvo fuera de la disputa que perdió Massera a manos de Martínez de Hoz y Raymundo Podestá, el secretario de Desarrollo Industrial que puso el Banco Nacional de Desarrollo al servicio de los apropiadores. El desquite de Massera llegó medio año después de consumado el despojo que hizo propietarios de Papel Prensa a los tres diarios, y aunque tarde y sin efecto alguno sobre el negocio que le habían birlado Joe Martínez de Hoz y Videla; pudo hacer nombrar un “veedor-interventor” en la empresa, el capitán de navío Alberto D’Agostino. El hombre se tomó las cosas en serio, y de los papeles que dejó y pudieron ser rescatados, se encontraron unas notas sobre la situación en que había quedado la cesión de las acciones en cabeza de la sucesión de David Graiver. El boleto de venta que obligaron a firmar a la familia incluía un anticipo en efectivo a cuenta de futuras emisiones de acciones por 1.500.000 de dólares. Ese fondo más los títulos es lo que Fapel, es decir, Magnetto, Mitre, Peralta Ramos y Campos Carlés, le arrancaron a la familia Graiver con 2.000 dólares de seña.
D’Agostino se empecina en el seguimiento de esa cesión, comprobando que las acciones apropiadas no podían aparecer como vendidas, ya que su venta estaba suspendida por tres años debido a que habían sido afectadas por la obtención del beneficio de un diferimiento impositivo. Sólo se podrían haber vendido si previamente se pagaban los impuestos postergados. A pesar de semejante objeción, los diarios decidieron depositar en una escribanía los pagos que ellos mismos habían decidido por las acciones apropiadas, demostrando así voluntad de pago y capacidad de disposición de esos títulos. La complicidad periodística. Los ejemplos del apoyo editorial de Clarín al terrorismo de Estado perpetrado por la dictadura se multiplican con sólo mirar cualquier ejemplar de aquellos días. Verbigracia, en la nota publicada en agosto de 1976 titulada El principio del fin . Allí está escrito: “No hay tercería posible porque, admitido que estamos en guerra, imperan sus leyes. Es la Nación la que está en armas para vencer al enemigo (…) La fuerza, monopolizada por el Estado, y la razón, que legitima la autoridad y le proporciona el consenso, son los atributos fundamentales del Gobierno (…) La marcha hacia el monopolio de la fuerza avanza por caminos convergentes. Ha sido un reclamo formulado por distintas voces y que alcanza mayor vigor en boca de la Iglesia. Lo construyen las propias Fuerzas Armadas y sus hombres de gobierno al asociar a los distintos sectores en la lucha permanente contra la subversión”.
Por entonces, los desaparecidos en la Argentina se contaban por miles, entre ellos no pocos periodistas y trabajadores gráficos que habían pasado por Clarín en algún momento de sus carreras, como Francisco Paco Urondo, Carlos Alberto Pérez, Enrique Raab, Luis Rodolfo Guagnini, Conrado Guillermo Ceretti, Daniel Alberto Daroqui, Ernesto Luis Fossati y Jorge Rodolfo Harriague. Durante esos años, el diario donde habían trabajado silenció sus nombres, los desapareció también en sus páginas. Otros medios, como The Buenos Aires Herald o La Prensa , denunciaron estos secuestros y estas muertes a pesar de la censura y la represión.
Más de una vez, la propia directora estampó su firma en los editoriales, defendiendo a los dictadores aun cuando las violaciones de los derechos humanos y el desastre económico eran ya evidentes: “Las Fuerzas Armadas, que tienen en su haber el triunfo contra la subversión al costo de enormes sacrificios, están en condiciones de realizar esa convocatoria. Se les presenta una alternativa en que la crisis económica puede llegar a minar los logros que han alcanzado en ese terreno y en que superar esa crisis puede dar la consolidación definitiva de la victoria y la realización de los objetivos que se trazaron al asumir el poder…”. E, incluso, después de la derrota en la aventura de Malvinas, siguió apoyando a la dictadura: “Repensar el país significa, hoy, también repensar a las Fuerzas Armadas. No nos conforma la idea de unas Fuerzas Armadas políticamente rechazadas y refugiadas en la especificidad de sus tareas. En países como la Argentina, cuya cuestión nacional se resume en el imperativo de crecer y desarrollarse, las Fuerzas Armadas son necesarias para sostener esa batalla contra el statu quo aparentemente incruenta, pero en realidad tan ardua como cualquiera otra guerra convencional…”. Más de un cuarto de siglo después de terminada la dictadura, Clarín sigue sin publicar autocrítica alguna sobre su posición editorial y su apoyo explícito al terrorismo de Estado. Delito de lesa humanidad. En capítulos anteriores se ha relatado exhaustivamente y se han citado testimonios sobre las condiciones en que los herederos y socios de David Graiver firmaron el boleto de venta de sus acciones en Papel Prensa S.A., antes y durante las detenciones ilegales de las que fueron víctimas en 1977 en los campos clandestinos de concentración conocidos como Puesto Vasco y Pozo de Banfield. También, mediante qué operaciones pasaron a manos de Clarín, La Nación y La Razón . “Yo vi a los tres grandes diarios de este país saquear una empresa de un grupo familiar cuyos miembros estaban todos presos, juzgados por un tribunal de guerra y condenados. Un tribunal que les sacó declaraciones bajo tortura”, denunció Osvaldo Papaleo, quien también fue detenido por los dictadores.
En una entrevista concedida al periodista Agustín Álvarez Rey, el hermano de Lidia, la viuda de Graiver, reconstruyó toda la operación de saqueo: “Si bien Papel Prensa era uno de los activos más importantes de Graiver, no era éste su único negocio. Entre agosto del ’76 y marzo del ’77, cuando la familia estaba liquidando sus activos, recibió algún tipo de oferta por parte de Clarín, La Razón y La Nación para comprar Papel Prensa. De hecho, la tarde del día en que detienen a la mayoría de la familia, mi hermana, Lidia Papaleo de Graiver, asistió junto a Isidoro Graiver a una reunión con representantes legales y algunos miembros de los directorios de estas empresas para ver si se podía firmar una carta de intención para comprar la empresa. Esa noche son detenidos”, relató. Monopolio y consecuencias. Con el pacto de sindicación de acciones, las tres empresas periodísticas lograron un control absoluto de Papel Prensa. Ese manejo fue compartido inicialmente, pero cambió en consonancia con las transformaciones ocurridas al interior del grupo, producto de los distintos escalamientos de poder que cada uno de sus integrantes logró hacer. Primero fue la quiebra de La Razón a mediados de los ’80 y luego se produjo la consolidación de Clarín , a partir de los ’90, como el conjunto de medios más concentrado –en propiedad y dirección–, y extendido –en cobertura del mercado– de la Argentina. Esos cambios posibilitaron el manejo hegemónico que tiene Héctor Magnetto sobre la única productora de papel de diario del país. Su gestión no deteriora a La Nación , pero beneficia más a Clarín y perjudica a la empresa como ente societario que debe tener igual cuidado por los intereses de todos sus socios. Y presiona a los medios periodísticos con sus maniobras en el manejo de cantidades y precios del papel de diario. Por lo pronto, expertos en el sector sostienen que Papel Prensa habría estado subsidiando a Clarín mediante dos formas: un precio de venta de la bobina de papel menor a su costo de producción y la compra de la devolución de diarios a un precio que las fuentes consultadas llamaron insólito. El calificativo utilizado para aludir al precio de los diarios rechazados por los canillitas que Clarín vende a Papel Prensa, da a entender que está más relacionado con el precio de tapa que con el valor de un diario de descarte.El grueso del subsidio se origina en el precio del papel. Un estudio de costos y mercado que ha llegado a manos de los directores del Estado Nacional en Papel Prensa, muestra que las empresas editoriales que no accedieron durante los últimos seis años al precio cobrado por esa empresa a Clarín y La Nación , tuvieron que pagar 58 por ciento más caro el papel que necesitaron para sobrevivir. Ese sobreprecio fue la diferencia entre el promedio de los importes abonados por las editoriales obligadas a importar y el costo privilegiado que tuvieron los dos accionistas del monopolio del papel de diario.

ANADig, desde Miradas Al Sur

Pide la sobrina de la vieja: “Estaría bueno que la Justicia pregunte a Legrand lo que sabe de esos años"


Entrevista exclusiva con Julieta Panebianco, la sobrina nieta de la conductora de televisión.
El martes 15 de junio la señora Mirtha Legrand sacudió el solemne y acartonado almuerzo de su programa para confesar con cara de circunstancia que una sobrina suya había sido secuestrada junto a su marido durante la dictadura y que gracias a su gestión había logrado que la liberasen a las cuarenta y ocho horas. La conductora explicó al aire que le solicitó ayuda primero a los interventores de Canal 13 y después al ministro del Interior de Jorge Rafael Videla, el general Albano Harguindeguy. “A mi sobrina la liberaron, pero al marido no”, precisó.
La sobrina de la conductora tiene nombre y apellido: María Fernanda Martínez Suárez. Su hija, que tenía pocos meses de vida cuando secuestraron a sus padres, también: Julieta Juana Panebianco. Tiene 33 años y desde que su distante tía abuela dijese lo que dijo en su programa, un nuevo cimbronazo sacudió su vida. Miradas al Sur estuvo con ella en una taberna de San Telmo. Tenía ganas de repasar y contar su historia. Y no con cualquiera.
–¿Cómo te enteraste de las declaraciones de Mirtha Legrand?
–Leyendo los diarios al día siguiente. En un principio me quedé en blanco y después me puse muy nerviosa. Busqué en internet el video con las declaraciones. Yo no recuerdo que mi mamá haya dicho que había escuchado el sonido de trenes y, además, eso no lo declaró en sus testimonios.
La conductora había dicho que su sobrina, en cautiverio, había escuchado el pesado sonido de varios trenes.
–Mi mamá al principio pensó que habían estado en el Regimiento de Patricios por la distancia del trayecto desde nuestro departamento hasta su destino final, y porque todavía no estaba extendido el conocimiento de los centros clandestinos de detención. La detuvieron militares y conectó con ese regimiento donde hay militares. Mis dos abuelos, materno y paterno, enseguida hicieron los trámites de habeas corpus . Toda la familia se movilizó por mis padres, y sabían que Legrand había hecho gestiones con los milicos para que larguen a mi vieja, pero mi mamá no declaró en sus testimonios judiciales que le hayan dicho que la habían soltado por ser la sobrina de ella.
–¿Por qué pensás que habla ahora, más de treinta años después?
–No es casual. Hacía poco se había solidarizado con Ernestina de Noble y como está a punto de estallar todo por el aire con el caso de sus hijos apropiados, ahora se quiere despegar. Es obvio que al menos uno de esos chicos es apropiado. Fue una barrabasada solidarizarse con la Noble.
–¿Legrand tiene que declarar en la Justicia sobre sus dichos?
–Estaría bueno que la Justicia le pregunte qué sabe de todo lo que pasó en esos años. No sé si sabe mucho o no, o si les preguntó a los milicos qué hacían con las personas secuestradas. Pero claro que sí, que aporte todo lo que sabe porque cualquier cosa que sume nos sirve a todos nosotros para conocer mejor lo que pasó en la dictadura, un período de nuestra historia que todavía algunos quieren tapar.
–¿Qué te pasó a vos?
–Me impresionó mucho que se contara parte de mi vida en los medios. Igual tuve que salir a aclarar algunas versiones que se difundieron sobre mi papá ( NdelR : se había dicho que el cuerpo de su padre había sido identificado). Es real que Mirtha hizo gestiones por mi mamá, y con eso no puedo ser ingrata. Pero su rol de comunicadora a lo largo de los últimos veinticinco años, ante semejante genocidio, es reprochable. No está y nunca estuvo conectada con lo que realmente pasó en Argentina en los años de la dictadura. Y además desconoce lo que pasó con la búsqueda posterior de mi viejo y que nosotros nos enteramos que lo mataron en un enfrentamiento fraguado (Legrand, en sus declaraciones televisivas dijo: “Nunca más supimos de él”). Se ocupó del caso de mi mamá y quedó ahí. No me sorprende. Ya sabemos quién es y no se le pueden pedir peras al olmo.
Julieta es delgada, usa el pelo largo y llegó al bar abrigada con un sacón de lana de color violeta. Ahora, sentada junto a Miradas al Sur en un entrepiso con paredes de madera, gesticula con las dos manos al hablar. El corazoncito que lleva colgado del cuello le baila cuando se revuelve sobre la silla.
A los 23 años, tiempo después de haber terminado la secundaria en el progresista y palermitano Nicolás Avellaneda, se cargó una mochila al hombro y se fue a viajar por México con su pareja y su primer hijo en la panza. Se acercaba el fin del menemismo y ella necesitaba un rotundo cambio de aire. Sentía que acá algo estaba por explotar. Allá tenían techo y comida en la casa de la hermana de su padre, exiliada durante la dictadura. Julieta tocaba la batería y su novio el bajo. Durante un tiempo tiraron un paño con artesanías en plazas y parques. Más adelante, armaron una cuerda de percusión con la que vivieron momentos inolvidables. Luego, pusieron una sala de ensayo.
“Estuvo muy bien la experiencia mexicana, me gusta viajar”, cuenta. “Pero en un momento me di cuenta que quería volver para conectarme con mi historia.” Pisó suelo argentino a comienzos del 2004. Manú ya tenía cuatro años. Ese mismo año entró a trabajar en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Arrancó en el área de prensa y comunicación, con Oscar González, actual vicejefe de Gabinete de La Nación. “Fue él quien me motivó para que estudie fotografía”, detalla Julieta. Estudió fotoperiodismo en Argra y hoy es la encargada de lograr las imágenes institucionales de la Defensoría. A los pocos días de haber entrado a su nuevo trabajo, se realizó la histórica apertura de la Ex Esma. Ella quería ir pero no se animaba a pedir permiso. González llamó a la oficina y autorizó a todo el personal. “Era un día histórico y no daba para perdérselo”, recuerda. Ese mismo año se subió a un micro con destino a Jujuy. Por medio de un amigo se había acercado a la murga Los verdes de Monserrat , y casi sin conocerlos, no lo pensó dos veces. El viaje de los murgueros, que realizan todos los años, tenía un objetivo concreto: participar del homenaje que se hace todos los años a los obreros desaparecidos en el apagón del ingenio de Ledesma. En el viaje le contaron que el primer show de la murga había sido en el Club Atlético, el centro clandestino de detención y exterminio donde habían estado secuestrados sus padres. “Lo mío era el redoblante –aclara– no me daba para bailar.”
–El día que secuestran a tus viejos, ¿vos estabas ahí?
–Sí. Tenía cuatro meses. Fue el 2 de marzo de 1977. Fui reconstruyendo los hechos con mi familia. Vivíamos en un primer piso frente al Botánico, en Palermo. Estaba mi mamá, mi hermano mayor de cuatro años, mi bisabuela y yo. Una patota tiró la puerta abajo a eso de las ocho de la noche. Buscaban a mi papá. Como no estaba, lo esperaron. A nosotros nos encerraron en un cuarto. A mi mamá la esposaron y vendaron y también la guardaron en alguna parte de la casa. Los secuestradores eran muy jóvenes y estaban nerviosos, con miedo. En un momento uno de los tipos intercambió unas palabras con mi hermano, en tono confidente y cínico. Los hijos de puta le preguntaban cómo se llamaba. Cuando llegó mi papá lo tabicaron y se lo llevaron junto a mi mamá. Antes de irse, saquearon el departamento. Y nosotros, con mi hermano, tan chiquitos, vibrando toda esa mierda.
La historia completa del secuestro y posterior desaparición de su padre, Julieta la empezó a armar a los ochos años, cuando su madre la sentó y se la relató, mirándola fija a los ojos. En 1984, María Fernanda Martínez Suárez declaró ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep, legajo 2.781) que había estado detenida en una dependencia militar desde el 2 hasta el 4 de marzo de 1977. Y veintinueve años después volvería a testimoniar detalles de su cautiverio en el juicio oral que se le siguió al represor Jorge Carlos Olivera Róvere. “Mi mamá hizo las denuncias en todos los lugares que se abrieron para hacerlas y siempre aportó su testimonio para la verdad y la justicia.”
Julio Enzo Panebianco, Rulo , había nacido y crecido en Lomas de Zamora. De chico formó parte de un grupo de boys scouts . Cursando el colegio secundario decidió cambiar de tipo de organización y dio sus primeros pasos en la política al sumarse a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Conoció a la madre de Julieta en una de las tantas unidades básicas que afloraban como hongos a comienzos de la década del ’70 en la ciudad. Cuando lo secuestraron, Julio tenía 22 años. Ya militaba en la JTP (Juventud Trabajadora Peronista) y trabajaba en la DGI.
Un ex detenido del Club Atlético compartió celda con Julio Panebianco. “Este hombre nos hizo llegar una carta”, cuenta Julieta, con los ojos vivaces y muy abiertos, “en la que contaba que a mi papá lo tiraron dentro de la celda a las tres de la mañana y que le habían dado con mucha saña y en todo el cuerpo”. La madre de Julieta, acurrucada en su celda, escuchó las torturas que sufría su marido.
–¿Cómo fue el tema del trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) en el caso de tu papá?
–Los antropólogos identificaron restos humanos de un caso de un enfrentamiento fraguado por los milicos. Los estudios certificaron que mi viejo había estado ahí, por unas huellas dactilares, y de ahí surge el dato de que lo habían matado junto a otros tres militantes, arriba de un Citröen. Fue en Parque Patricios, el 18 de marzo del ’77.
Corría el año 2004 cuando el Eaaf realizó la exhumación de los restos de aquel enfrentamiento fraguado. El trabajo se realizó en el cementerio de Chacarita y los análisis fueron contundentes: los restos pertenecían a una mujer, y no a Julio, el padre de Julieta. “No me movió un pelo que no hayan encontrado sus restos”, confiesa. “Si eran o no los restos de mi papá, a mi me daba lo mismo. Mi viejo estaba muerto desde el 18 de marzo del ’77, y de alguna manera me deja tranquila saber que su sufrimiento duró sólo catorce días.”
–¿Pensaste alguna vez que Legrand pudo salvar a tu papá?
–Nunca se me pasó por la cabeza reprocharle que no haya salvado a mi viejo.
Se nota que la acusación hacia la conductora televisiva se refiere a su rol ante la sociedad entera y no ante su familia en particular. Julieta no lo dice pero hay ahí un sentimiento muy especial: se sabe víctima de una masacre colectiva. No se trata de salvar individuos en particular, aunque sea su padre: se trata de un genocidio y del papel que jugó esa figura pública ante esa totalidad.
Julieta rescata algo positivo en las palabras de su tía abuela: “Al decirlo ella, hay mucha gente que se va a callar antes de decir pelotudeces sobre los desaparecidos. Yo misma escuché a algunas personas afirmar que los desaparecidos estaban en Europa. No sé si lo creían o lo decían para provocar, pero hoy la verdad también la dice Mirtha Legrand y toda esa gente, espectadora de ese mundo de mierda, ya no tiene lugar para decir boludeces. Que lo diga ella sirve para abrir la cabeza de los negadores. Y da cuenta también de que la verdad es innegable y que la lucha dio sus frutos”.
Julieta hace una pausa para mojarse los labios con un trago de cerveza. En lugar de retomar el hilo de la historia, prefiere condensarla en algunos papeles y fotos que saca de la cartera de hilo que tiene sobre las piernas. Ofrece los objetos en absoluto silencio. Un brazalete de cuero de la JP, una libreta de los campamentos a los que fue su papá con su grupo de exploradores, una foto en blanco y negro de Rulo , un carné que acredita su participación en el Operativo Dorrego formando parte de la JP, varias fotos de ella con su hermano, su mamá, su papá y su abuelo.
Julieta repite permanentemente que se siente muy conectada con su padre. Cuenta que hace algunos años se hizo una carta natal y que ahí le dijeron que había tres fechas claves en su vida. Dos ya habían pasado y la restante no. En ese momento advirtió que las dos primeras tenían que ver con el año que su mamá le contó lo que había pasado con su padre y con el momento que supo que lo habían fusilado en un enfrentamiento fraguado. La tercera fecha era mayo de 2010, y estaba acompañada por tres palabras: frutos, forma, orden. Se había olvidado de eso, hasta ahora. No fue exacta la fecha pero casi: mediando junio habló Legrand. Julieta saca la carta natal de la cartera, y la muestra. “Estoy terminando de armar el rompecabezas de mi papá, formando su historia. Y me agarra en un momento especial. Estoy preparada para enfrentar todo esto, tengo cosas para decir”.
LA DESMEMORIA DE LA DIVA DE LOS ALMUERZOS
En septiembre de 1978 Mirtha Legrand decía en su almuerzo televisivo que había una campaña organizada contra la Argentina en el exterior. Acompañada por una joven Susana Giménez que argumentaba que eso se debía a “la falta de cultura”, Legrand se quejaba porque se atacaba a la Argentina desde Europa. Y aseguraba que el problema era la falta de información. Sin embargo, Legrand sabía muy bien que no se trataba de una campaña orquestada ni mucho menos de una carencia de información, sino de voces que gritaban verdad. Lo sabía bien porque ella misma, un año antes, había intervenido en el secuestro y desaparición de su sobrina. Por eso, el testimonio televisivo de la ex actriz del 15 de junio último provocó la reacción de periodistas, activistas por los derechos humanos y funcionarios, indignados por el silencio que la conductora mantuvo durante más de treinta años. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se quejó por “la familiaridad con la que hablaba de los peores como Videla y todos estos siniestros personajes del mal llamado Proceso”. Y agregó: “No la veo preocupada por lo que estaba sucediendo en aquel momento porque los archivos la muestran de otra manera”. Lo cierto es que Legrand podría ser llamada a declarar como testigo en la mega causa que investiga los delitos de lesa humanidad ocurridos en el área del Primer Cuerpo de Ejército, a cargo del juez Federal Daniel Rafecas. El pedido lo presentó el abogado y periodista Pablo Llonto, representante legal de familias que actúan como querellantes en esa causa, reabierta por la Cámara Criminal Federal luego de que en agosto de 2003 el Congreso Nacional anulara las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
ANADig, fuente El Argentino