ANADig: La Cuestión MALVINAS, escribe Gabriela Aguar

jueves, 14 de octubre de 2010

La Cuestión MALVINAS, escribe Gabriela Aguar

Ejercicios militares en Malvinas, la reacción del Gobierno Argentino y la nueva embestida de los medios hegemónicos.
Lo inconcebible
La postura de la oposición, tanto política como mediática es algo que por momentos toma el rasgo de inconcebible.
Tal parece que todos, absolutamente todos los temas se ponen en tela de juicio, si es la Presidenta quien se refiere a ellos.
Tal parece que la idea es oponerse a todo, sin límite alguno, por el sólo hecho de demostrar que están en veredas opuestas.
Todos sabemos que el tema Malvinas es –o debería ser- una espina en le costado de todos los argentinos… pero sin embargo parece que no es así… no para todos.
La presidenta, días atrás, repudió los ejercicios misilísticos en las Islas Malvinas, ya sea en principio informalmente, a través de su cuenta en Twitter y luego formalmente a través del Canciller Timerman y el rápido pedido de reunión con la Embajadora británica en nuestro país.
Ni bien salieron a la luz tanto las palabras de la Presidenta, como la iniciativa de hacer un reclamo a la ONU debido a estos ejercicios militares en las Islas usurpadas, políticos opositores en un primer momento criticaron las cuestiones de forma (que si la Presidenta lo dijo así y debió decirlo de otra manera, etc) y luego lo que ellos percibieron como una “exageración” de la postura argentina.
Con respecto a los medios, en los periódicos más leídos como La Nación y Clarín se tomaron, mencionaron y explicaron las posturas del Reino Unido de Gran Bretaña, “justificando” los ejercicios militares diciendo que éstos son “normales” y –por supuesto una vez mas- se criticó la postura del Gobierno Argentino.
Es doloroso e indignante sentir todo el tiempo el rechazo a TODO lo que provenga del Gobierno Nacional.
Primero porque como argentinos es incomprensible que en un tema como éste se apliquen las mismas fórmulas.
Segundo porque es demostrativo de la campaña que se lleva adelante para denostar -en cuanta oportunidad se tiene- la figura, las acciones y los dichos de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Tercero porque en este afán se olvidan de cuestiones que han sido y siguen siendo importantes para nuestro país.
Cuarto porque las preguntas que quedan flotando en el aire son ¿Es posible que en función del propósito de desgastar a un gobierno se pueda actuar de forma tan vil? ¿Hasta dónde son capaces de llegar? ¿Éstas son las mismas personas que sostienen hasta el hartazgo que el gobierno promueve crispación? ¿Y qué creen que promueven ellos? ¿Qué es lo que tenemos que interpretar?
Reflexionemos:
¿Adónde está el problema de que la República Argentina dé muestras de que está pendiente y atenta a lo que sucede en nuestras Islas usurpadas, ocupadas y usufructuadas por los ingleses?
¿O es que también vamos a desconocer eso?
¿O acaso el tema de la usurpación de las Islas Malvinas es un tema que inventó Cristina Fernández de Kirchner? ¿O acaso la guerra no existió?
Qué triste que éstas sean las armas tanto de políticos como de medios opositores…
La cuestión Malvinas, una asignatura pendiente
Algunos números para tener en cuenta:
· 5.000 fueron los soldados que desembarcaron en Malvinas el 2 de abril de 1982.
· 12.000 hombres conformaban las fuerzas argentinas que entraron en combate.
· 12.700 km. separan al Reino Unido de Gran Bretaña de sus posesiones en el Atlántico Sur.
· 500 km. es la distancia entre las Islas Malvinas y la costa argentina.
· 2.000 millones de dólares es el costo aproximado del conflicto bélico desatado en 1982.
· 1.063 son los heridos.
· 648 los muertos, aproximadamente.
· 74 días duró la Guerra.
Curiosamente, los números que tantas veces suelen ser útiles para graficar el estado de una situación, en esta oportunidad no alcanzan para darnos la real dimensión de la situación.
Será tal vez porque detrás de cada uno de estos números hay una historia, una cara, un sueño plagado de ingenuidades, un intento que no pudo ser...
Será porque en cada uno de los que allí estuvieron hay algo de nosotros, será porque los vimos, será porque lo vivimos, porque lo sentimos, porque temporalmente estuvimos ahí...
Será tal vez porque no es lo mismo ir detrás de los rastros de la Historia en los libros que buscar dentro de uno, en los propios recuerdos, o porque hubo algún familiar, algún vecino, algún amigo, algún conocido, algún ocasional compañero de viaje... algún ALGUIEN que hace que las palabras adquieran otra dimensión, una dimensión de vida y de muerte…
La “Cuestión de Malvinas” es una asignatura pendiente en la Historia Argentina, en parte porque allá por 1833 los británicos las tomaron por la fuerza, y en todo por la guerra, por aquel 2 de abril de 1982, por el patético fantasma de una Plaza de Mayo repleta de banderitas en busca de un triunfo en medio de tanta incertidumbre... y también porque, sin quererlo, cargamos con aquel “¡Vamos Ganando!” en nuestras conciencias...
Ahora… ¿Tienen derecho?
Aún sabiendo que se vienen tiempos de elecciones, que existe un fuerte enfrentamiento entre las corporaciones mediáticas y el Gobierno Nacional, que los políticos opositores buscan constantemente fisuras en el trabajo de Cristina Fernández de Kirchner par poder ganar adeptos…
Aún con todo ¿Tienen ellos el derecho de despreciar, de ignorar, de transformar este episodio tan doloroso de Nuestra Historia en algo trivial y sin sentido?
¿Tienen derecho a ser displicentes?
¿Tienen derecho a mostrar “ingenuamente” que es un tema acabado?
¿Tienen derecho a dar más entidad y espacio en sus medios a un comunicado, funcionario o política inglesa que a lo que se hace desde Argentina?
En fin, como todo capítulo inacabado de la historia de un país tan apasionadamente contradictorio como el nuestro, ésta será una incógnita más que deberemos consultar cada uno consigo mismo.
Una vez… hace muchos años leí algo parecido a esto:
Que para los que hoy forman parte de una larga lista en un muro en una plaza de Buenos Aires, para los que descansan en las heladas tierras de las Queridas Malvinas, y para los otros, los que sienten el horror de la guerra en carne propia, los que perdieron a su amigo, los que estuvieron cara a cara con la muerte, los que todavía día a día luchan contra el fantasma atroz de la atroz estupidez humana. Que para todos ellos, para los vivos y para los muertos, NOSOTROS NO SIGNIFICAMOS NADA...
Y hoy creo que la NADA MISMA está representada en aquellos que-por intereses mezquinos y profundamente inoportunos en un tema como éste- proponen el olvido.
El olvido como primer propuesta de campaña
Olvidemos que un día existieron esa islitas. Olvidemos que son nuestras Islas Malvinas. Olvidemos el derecho que nos la Historia, la Geografía y la Política. Olvidemos que ha sido y es considerado como justo por parte de gran cantidad de países del mundo que apoyan a Argentina en sus reclamos diplomáticos.
Olvidemos todo… es mejor.
Seamos un país sin historia, sin muertos que llorar. Seamos un país pragmático, como nos sugerían las relaciones carnales menemistas.
Tengamos una dirigencia que lejos de la pasión de Cristina Kirchner por su país, lejos de su evidente preocupación por las cuestiones fundamentales que importan a los argentinos, lejos de su defensa de nuestra posición excelentemente llevada en cuanto foro mundial le es posible, sea una dirigencia que olvide estos reclamos, que se conforme con las palabras de los funcionarios ingleses, que no ocupe los foros para reclamar por un tema como Malvinas.
Eso: Tengamos una dirigencia que fundamentalmente no exagere su amor por la Argentina.
¿Y cómo actuarían los medios opositores entonces?
Dirían en una simple nota del montón:
“Argentina ve con buenos ojos los nuevos ejercicios misilísticos que se llevarán a cabo esta semana en las Falkland Islands”.
Sepa en 2011 el pueblo votar qué clase de dirigencia quiere.
Al menos hoy es posible saber de qué lado estarán los medios hegemónicos y eso, para algunos de nosotros ya es suficiente como para saber que seguiremos soportando sus embates, desde la vereda de enfrente, desde la vereda del Gobierno Nacional y Popular, desde la vereda en la que junto a Cristina y a Néstor Kirchner, nos encontraremos con todos aquellos que todavía creemos que una Argentina, solvente, orgullosa, dinámica, inteligente, con futuro y con memoria ES POSIBLE.

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