ANADig: Hoy elijo ser una negra de mierda

sábado, 30 de octubre de 2010

Hoy elijo ser una negra de mierda



por Nilda Allegri
A la hora en que llegué a la plaza ya habían entrado los de la vigilia, los dolientes de la noche y yo me había comido varios sapos.
La mañana me empezó en el laburo cuando las recepcionistas me recibieron como después de un día feriado. Nada de caras compungidas. El termómetro del dolor popular daba gélido. Se habló algo de micros del sindicato, del trabajo a media máquina de los municipales (somos) en ese día. Un dolor ajeno, como suponete un temblor en Paquistán. No les incumbía ni para bien ni para mal. A mi sí me incumbía, entonces agarré mis cosas y me fui. Sola.
Tren a Constitución y subte. Los días de movilización hago el gesto de no pagar el pasaje, de ir en el mismo andén que aquellos que portan banderas y cañas largas tacuaras. Me gustan las multitudes, no  tengo pánico pequebu. Si no más bien todo lo contrario. Paso molinetes abiertos y me meto en un subte repleto. Saco alguna foto. Alguien cree identificarme por algunas pistas (¿la maquina digital, la cartera de cuero, muy blanquita quizá o simple cuestión de olfato?). Cree saber que aunque subí con ellos no soy ellos. Entonces me empieza a hablar, fastidiada la señora, de que había sacado pasajes, y no hacían falta. La mina buscaba cómplices, y yo terminé traicionándola. Me pregunta si estaba haciendo un documental, porque  la foto de la congestión humana del vagón. “Viajamos como sardinas” dice. Respondo con una sonrisa. Y sigue: “Yo no se a que va la gente, si Chiche dijo que el cajón está cerrado. Y que por ahí ni siquiera esta Kirchner adentro”. La miro raro y le digo fuerte, señora no escuche a Chiche que es un facho de mierda. Y la gente va porque hay que estar donde hay que estar. Creo que todavía no entendía que yo era de ellos, de los negros. Y sigue: “Yo no discrimino por bandera política (dice), ni color, ni raza. Yo lo escucho a Chiche por que es gracioso”.
Me acerco a un compañero trabajador, rogando  que le agarre vergüenza, que empiece a pensar que le puedo robar el celular o su conciencia, o la tierra de los zapatos, como decíaBenedetti de las viejitas democráticas que porque escuchan radio Carve le tienen miedo al cambio.
Esperaba otra cosa, yo. Uno tiende a confundir su recorte de la realidad con la realidad. Y eso es peligroso. Entonces abandono toda esperanza y les cuento Yo vi dos microcentros. En uno, mucha gente (para que ahondar en un dato remanido) con rosas (cinco pesos las dos rosas), carteles, personas haciendo colas para acompañar, para respetar. Vi funcionarios de poco nivel con sus trajes con hombreras y unas caras de garca que daban pavura, tratándose de hacerse ver. Vi pibes universitarios y pibes pobres, caras de indios, de empleados públicos, de viejos a los que les paso de todo, de gente que recién empieza, cara de estudiantes de sociales, cara de obreros de sindicato. Todo. Ahí había respeto, ganas de participar y cuidado que no les colaran en la línea para entrar. No ví (la hora no era fausta para ello, los de la noche fisurados habían entrado y la mañana florecía en todo su esplendor) el dolor que abruma, pero sí caras de compromiso, de aquí estoy hermano, hermana Cristina, te bancamos.
El otro microcentro estaba a un par de cuadras. Florida y Diagonal, un día mas, gente que no parecía anoticiada de nada.
Esa sensación de irrealidad que te agarra siempre que salís de un velorio. Vos con tu pena y el mundo sigue andando. Y entonces todo te parece irreal, como si estuvieras en un pasillo equivocado. No entendés.
Digo que la hora no era propicia para el dolor popular, con ese sol y esa gente, oh, lonely people que cree que la política es un asunto ajeno. Ellos, argentinos. Yo hoy elijo ser una negra de mierda y miro en la tele el dolor que busqué en la plaza.

4 comentarios:

  1. negra sucia andatye a la puta q te pario, por tantos negros de mierda q fomenta este gobierno sucio estamos cada vez peor, en vez de fomentar algo positivo es todo mierda y mas mierda, y los negros de mierda ya abundan y sobran en argentina menos para ellos q significan mas votos logicamente con esa intencion lo hicieron sin importarles q a esos vagos los mantenemos nosotros y encima tenemos q aguantarnos q meen y caguen en la calle porque son ignorantes te afanen, se metan en plazas y reclamen casas, esa es la politica de este gobierno hay q ser un hijo de re mil puta para avalarlos, vayanse a la puta q los pario todos los choripaneros q se soban el orto a la konchuda, ya les queda poco la re puta madre q los pario

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  2. totalmente de acuerdo con el comentario de arriba los soretes kirchneristas son el cancer del pais y que tenga bien el cuenta el que los vota que esta votando a moyano y d´elia y a todos los negros de mierda q tienen atras, si quieren vivir en bolivia voten a la konchuda

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  3. Hola, buscando que habia en el eter de mi persona (hay una mina que tiene mi mismo nombre y tiene una inmobiliaria en santa fe) encontre este blog, con este articulo. Lo habia escrito para el ojo con dientes, el blog del amigo Mario Rivas, y me dio gusto encontrarlo aca. Lamento decirle a los que comentaron que ni siquiera soy peronista, fui una chica intransigente y el articulo ni debe haber sido leido con cuidado por los que comentaron, puesto que no se condicen los comentarios con el texto que es cualquier cosa menos chupaculo de nadie. Igualmente aguante Cristina Kirchner, gracias a la gente de villa maria que publico el sencillo post y a los troll que insultan,nada, la indiferencia total. Ah, y Cristina va a ganar, señores, sin duda. Un beso

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  4. Cumpas: todo bien con reproducir de El Ojo con Dientes. Pero pongan los créditos, la mención, el enlace.
    Les mando un saludo.

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