ANADig: Fragmentos. Para pensar, debatir, comprender...., Red de Mujeres con Cristina

domingo, 15 de mayo de 2011

Fragmentos. Para pensar, debatir, comprender...., Red de Mujeres con Cristina

...... 14 de mayo 2011

"Hay otros significados latentes. «No estoy muerta por ser presidenta» también lleva implícita el «estoy viva por ser presidenta», lo que abre otro abanico de emociones y posibilidades. Puede ser lo que sienta o piense la Presidenta, pero sobre todo es lo que sintieron y percibieron de la Presidenta quienes la escucharon, se trata del efecto que produjeron sus palabras. «Estoy viva por ser presidenta» quiere decir también que es una forma de encontrarle un sentido a la vida e incluso a la vida y a la muerte de Néstor Kirchner. Por un lado, en esa frase de su discurso está la mujer que rechaza esa carga y por el otro, aquella que la necesita, que la vive como una meta vital o como un karma. Cuando dijo esa frase se escuchó la respuesta de la multitud que gritó su nombre adosado al maldito sustantivo: «¡Cristina presidente!» [...] Para algunos, el tono del discurso en general mostró a una mujer afectada en lo emotivo y en situación de debilidad. Sin embargo, un reclamo enérgico se hubiera proyectado como mandón y autoritario, lo que se hubiera sumado a un contenido de mucha fuerza. Es evidente que trató de evitar esa imagen. El contenido del discurso en sí fue el de una Presidenta fuerte desde el punto de su peso político. Estaba plantada en su representatividad para apretar tuercas y convocar adhesiones sin intermediaciones. Es probable que el del jueves haya sido su discurso más fuerte"
Luis Bruschtein, “El discurso”,14/05/11

“El candombe «Nunca menos», que se escucha durante las trasmisiones del programa oficial Fútbol para todos, no es una pieza cualquiera de la agitación y propaganda kirchnerista. No se lo puede sumar a la serie de afiches, avisos de televisión y otras muestras convencionales o previsibles de ese dispositivo que emplea mucha gente y gasta mucha plata. Es más que cualquiera de esas piezas publicitarias. Desde el título, «Nunca menos», se pone en línea con dos palabras que han marcado el último cuarto de siglo: «Nunca más». Este sería, entonces, el gobierno que no retrocede en su política de derechos humanos y ha hecho propia la expresión que dio título al informe de la Conadep, creación de Raúl Alfonsín. Y sería también el gobierno que no retrocede en políticas sociales. Con la conjunción de «nunca más» y «nunca menos», el kirchenerismo alcanzó una fórmula sintética y de gran impacto. Cristina Kirchner, su comité central y la juventud kirchnerista son la síntesis de esos dos «nunca». Tengo por primera vez, la sensación de que así se expresa una hegemonía cultural no simplemente en el vago sentido de llamar hegemonía a cualquier intento de dirección de la sociedad, sino a una trama donde se entrecruzan política, cultura, costumbres, tradiciones y estilos. […] Gramsci diferenció la hegemonía de la dirección impuesta verticalmente, de arriba hacia abajo. La hegemonía, en el sentido gramsciano, equilibra fuerza y consentimiento. La dominación resulta del solo ejercicio político; la hegemonía es producto de fuerzas sociales y culturales. No es simple coerción, aunque implica que el poder político intervenga en la vida cotidiana, dándole su forma cultural a la dominación”.
Beatriz Sarlo (intelectual que se declara antikirchnerista):“Hegemonía cultural del kirchnerismo”, La Nación, 4/03/11


“¿Esto es todo lo que tenemos que resguardar, incluso disfrutar y compartir unos con otros? Esto es siempre, según mi parecer, realmente la mejor definición de cultura. Entre todos los bienes de esta tierra hay un tipo de bienes que no se vuelven menos si alguien los toma para sí, sino que, por el contrario, se acrecientan: eso es la cultura. El hecho de que en virtud de la participación en algo vivimos nosotros mismos unos con otros y aprendemos.”
Hans Georg Gadamer (filósofo alemán): “Lenguaje y música. Escuchar y comprender” (1997).

"El primer dato que es necesario aportar es que en el desarrollo del informe el programa parece tener la pretensión de «fiscalizar» a los representantes del pueblo en el Parlamento. Es un hecho curioso, en primer lugar, que para valorar a un diputado o diputada que está en un día de sesión parlamentaria, se omita cualquier pregunta relativa a las leyes que se están tratando. Creo que esto no es menor, ya que a los fines de la calidad de la representación política, habla mucho más del valor de un legislador, su opinión fundamentada sobre la ley que se acaba de votar, que sus aciertos o desaciertos literarios. Y esto vale para oficialismo y oposición. Se dirá que el programa es un show humorístico y efectivamente lo es. Pero también en el humor subyacen las ideas y los valores. Cuando se aborda la representación institucional ningún programa puede desentenderse de su rol en la construcción de ciudadanía"
Vilma Ibarra, “Si sale cara, gano yo, si sale ceca, perdés vos”, Diputada por Nuevo Encuentro, acerca de un informe del programa CQC, 24/4/11

“Yo estaba a favor de los países socialistas y del ideal comunista, incluso en una época llegué a ser algo estalinista, como lo era el Partido Comunista francés en los años ´60. Sabíamos muy bien que la vida en los países socialistas no era un paraíso. Sabíamos, pero al mismo tiempo no queríamos saber. Recuerdo que tenía 18 o 20 años y tenía amigos un poco mayores que eran muy militantes del Partido Comunista; jóvenes universitarios e intelectuales, muy inteligentes, que viajaron a la Unión Soviética y cuando volvieron me dijeron que las mujeres no envejecían bajo el socialismo real […] eran pavadas que se decían, y sin embargo todo el mundo estaba un poco enceguecido. Había una fe verdadera en el comunismo, una esperanza legítima, pero a veces delirante. En cuanto al desencanto, pasaron muchas cosas, como la lenta toma de conciencia de que esos países eran dictadura, algo que nosotros no queríamos creer. No queríamos saberlo, aunque paulatinamente se fue instalando como algo evidente. […] En los años ´70, las cosas cambiaron. Es difícil hablar de esa época porque es una constelación de referencias históricas, políticas y también ideológicas un tanto lejanas, pero efectivas. […] No soy un analista político y no quiero serlo. Dije muchas tonterías en el pasado y no quisiera ahora caer en algo parecido. Evidentemente me siento muy diferente de cómo me sentía en el país de mi juventud. No me gusta lo que está pasando en Francia y en Italia, Tampoco lo que pasa en el mundo en general. El auge de la extrema derecha en Europa no me alegra”.
Jean Echenoz, escritor francés, 30/04/11

“Nuestro lema debe ser: reforma de las conciencias no a través de dogmas, sino a través del análisis de la conciencia mística, la conciencia que no es clara para sí misma […] Entonces será transparente que el mundo ha estado soñando hace tiempo con algo que puede obtener sólo si se hace consciente de él. Será transparente que no se trata de trazar una línea divisoria entre pasado y futuro, sino de llevar a cabo los pensamientos del pasado. Y finalmente será transparente que el género humano no empieza ningún trabajo nuevo, sino que conscientemente realiza su trabajo antiguo”.
Karl Marx, carta A. Ruge, septiembre 1843

“Tienen razón porque, como señalan algunos de los carteles plantados en el acampe porteño, «la tierra es nuestra vida» y es eso lo que reclaman, porque se la han quitado u aunque les asiste el derecho no se la quieren restituir. También porque la respuesta a su reclamo ha sido en la mayoría de los casos la represión, directa o solapada, y como ocurrió con Roberto López en noviembre pasado. «No tenemos nada», dice otro cartel. Si se los priva de la tierra, se les quita la vida. Estos indígenas y todos los que habitan en el territorio argentino tienen razón en sus demandas de derechos, más allá de las circunstancias de cualquier conflicto particular. Tienen razón porque tienen derecho a tener derechos, a ejercerlos efectivamente para que todo no quede en reconocimiento vacuo. Toda sociedad (sin excepciones) tiene que asumir el compromiso de encontrar caminos de justicia para estos reclamos, pero el Estado tiene la primera responsabilidad como garante de los derechos ciudadanos. Es ineludible. Porque tienen razón”.
Washington Uranga, “Un reclamo con toda razón”, 29/04/11

“Este tipo de discusiones trae al centro de la discusión la cuestión de la hegemonía, no en la interpretación liberal que la contrapone a la alternancia en el gobierno, sino en la acepción gramsciano- populista. Es decir la hegemonía como capacidad de dirección de un bloque social, que no se sostiene en la pura coerción sino centralmente sobre la base de una fuerza de orden cultural y moral. El bloque político-social kirchnerista es heterogéneo; sus componentes sostienen intereses que, desde el punto de vista corporativo, pueden interpretarse como contradictorios. Solamente puede mantenerlo unido una fuerza político- moral, una «fe» como decía Gramsci. Esa fuerza no podrá- y no debería intentar- acallar las voces disonantes, silenciar los choques internos. Todo lo que puede hacer es absorber la pluralidad de intereses corporativos, sectoriales o de «política chica» en un ethos político que los contenga y, fundamentalmente, les asegure que es en el propio territorio común donde esos intereses pueden ser satisfechos”
Edgardo Mocca, “La “política chica” y la pregunta por la “naturaleza” del kirchnerismo”, 8/05/11

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