ANADig: Periodismo, blogs y redes sociales, a propósito del Día del Periodista

domingo, 6 de junio de 2010

Periodismo, blogs y redes sociales, a propósito del Día del Periodista










En vísperas de un nuevo aniversario del Día del Periodista, fecha en la que pareciera que hay que hacer un balance de la profesión, se me ocurre que es importante destacar como estampa de estos tiempos la irrupción de las redes sociales como verdaderos canales de difusión de ideas que han potenciado ese costado de “difusor” que tiene la mayoría de las personas.


Dudo, no obstante, que esto tenga mucho que ver con el periodismo, pues sería algo parecido a suponer que emitir un sonido equivale a hacer música, pero sí es innegable que la posibilidad de, por ejemplo, refritar un artículo periodístico con una opinión personal sobre el mismo, como sucede en los blogs y en Facebook o Twitter, ensancha la oferta, aumenta la cantidad de voces y miradas potenciando la posibilidad de que la mayor cantidad de personas posible lea, vea o escuche determinados trabajos, como sucedió hace poco con ese vómito que profirió Pepe Eliaschev en las vísperas del bicentenario o lo que pasó ayer con las declaraciones del ex dueño del diario La Razón en el programa “Vaca Profana” que se emite por la 530.


Diría que este nuevo Día del Periodista que se avecina sucede en una coyuntura donde básicamente la gran novedad son las herramientas de la Internet 2.0 que amplían las posibilidades de leer, ver y escuchar notas y reportajes que antes sólo podían ser disfrutados por quienes habían comprado un diario o estaban escuchando por ejemplo una emisora de radio al momento en que se generaba una discusión muy fuerte o un cruce entre dos entrevistados. Cinco años atrás era muy difícil acceder a la posibilidad de volver escuchar o ver algo generado en la radio o la TV. Hoy, esa posibilidad la tenemos y basta que un blog cuelgue un video o un audio para que se multiplique en progresión geométrica, posibilitando así que miles de personas ya no sólo se enteren de “lo que dijo tal o cual dirigente” sino que lo puedan ver y escuchar con lujos de detalles.


Es indudable que estas nuevas posibilidades de acceso a materiales audiovisuales genera cambios en las audiencias puesto que ya no se opina sobre lo que se dice que dijo tal personalidad de la política, la cultura, el deporte o el mundo sindical o empresario sino que se tiene el material para verlo y oírlo cuantas veces sea necesario. Y esto opera sin dudas sobre las personas que no sólo se forman una idea de tal tema al acceder a un determinado archivo audiovisual sino que pueden hacer las veces de emisor al reenviarlo a conocidos que les puede interesar ese material y así sucesivamente.


Creo que mucho del fenómeno Facebook 678 está basado en estas transformaciones como también que hay muchísimas personas que gracias a estas nuevas herramientas han podido acceder a otras miradas y planteos que contradicen o al menos cuestionan la “historia oficial” que a diario relatan los principales medios de comunicación concentrados, algo que denomino reiteradamente como “el dispositivo mediático”.


En el caso de mi programa de radio puedo comprobar cómo algunos audios que subo acumulan una buena cantidad de oyentes con el detalle cualitativo de que quien, por ejemplo, escuchó el audio de la nota con Abel Fernández sobre Guardia de Hierro, lo hizo a conciencia, dicho de otro modo: “quiso escuchar ese material”, no es que estaba trabajando y la radio sonaba como música funcional.


En líneas generales también se puede utilizar este razonamiento para la gran mayoría de los lectores de blogs, que no llegan a la blogosfera por casualidad, sino buscando algo en particular. El lector de blogs no es un internauta que anda navegando sin ton ni son, el que llega y se aquerencia en la blogosfera lo hace porque encuentra algo que los medios tradicionales no le brindan.


Una buena pregunta entonces sería cuál es la relación entre el surgimiento de los blogs y redes sociales con el periodismo y ahí no tengo una respuesta cerrada. Como bloguero noto que el aporte de esta herramienta es valioso como vehículo, como plataforma o como medio en lo referido al intercambio con el lector y al debate que se produce en aquellos post que impactan pero no me animaría a sostener que los blogs hayan introducido alguna mejoría en el periodismo. Hay sí cambios, como por ejemplo que son páginas de autor, lo que hace que uno vaya a tal o cuál blog porque le interesa conocer la opinión de ese bloguero respecto a un tema en particular pero al mismo tiempo que pasa eso se verifica que hay mucho de pulsión, mucho de sentarse y publicar balbuceos, ideas no del todo redondeadas y no sé hasta qué punto ello aporta en términos de calidad. Te surge la idea y la posteás así en bruto como viene, en muchos casos buscando generar un debate sobre ese tema, pero no sé hasta dónde eso puede ser caracterizado como periodismo.


En cuanto a mi experiencia, observo que los posteos que más impactan o los que más me agradan son aquellos que surgen de pensamientos que tengo sobre algún tema en particular y no las ocasiones donde procedo en base a una captura de pantalla de algo que salió en Clarín online agregando mi respuesta. A ver, creo que debo hacerlo pues este blog nació y se caracteriza como un espacio para la discusión política y la respuesta a los manijazos de los grandes medios, por eso es válido por ejemplo remarcar cómo recurrentemente Clarín, por caso, habla de “la justicia” toda vez que un fallo lo favorece y de “jueces” cuando la situación es a revés. Eso cumple una función táctica, es una suerte de marcación “hombre a hombre”, es un “cortito”, un golpe que sirve para que mucha gente advierta cómo la gran prensa manipula las palabras y el sentido de las cosas cotidianamente pero en términos de calidad periodística no creo que aporte demasiado.


Se me ocurre también que se está verificando cierto amesetamiento, que la cantidad de lectores está como medio estancada –en algunos casos cayendo- y que por momentos pareciera que entramos en el típico círculo del “de, por y para” un grupo de contertulios y ello entraña algunos riesgos. Si el tiempo pasa y los lectores son más o menos los mismos, si el tráfico se estanca o directamente decrece, creo que hay que poner las barbas en remojo. Así como los lectores vienen y se cautivan con la novedad, no dudan un instante en marcharse cuando la escena se repite, cuando no se profundiza y cuando en líneas generales no se obtiene en términos de calidad y debate lo que se pretende desde lo periodístico.


En suma, me arriesgo a sostener que la aparición de los blogs y las redes sociales han aportado y mucho a democratizar la palabra y la opinión, han contribuido notoriamente a que un sinnúmero de personas que antes sólo eran receptores pasivos hayan mutado en difusores de ideas a pequeña escala, pero la verdad es que no tengo claro si se puede pensar que ello ha contribuido a mejorar la profesión.



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ANADig, Publicado por Gerardo Fernández

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