ANADig: ¿Para qué queremos a CFK por cuatro años más?

jueves, 7 de julio de 2011

¿Para qué queremos a CFK por cuatro años más?



Hoy, a ocho años de la asunción de Néstor Kirchner a la primera magistratura, me preguntaron por qué quiero que Cristina Fernández continúe por cuatro años más. Y la verdad es que no es exactamente eso lo que quiero, no se trata de un personalismo. Y tampoco creo que se trate de un “por qué” sino más bien de un “para qué”, porque lo que quiero es que continúe el proyecto, que sigamos por este camino, este camino de inclusión, de transformación y, entonces, me pregunto: ¿alcanza con que Cristina siga por cuatro años más para que el camino no se trunque?

Escuché por ahí que Perón decía que “hay que ir con todos, porque si voy sólo con los buenos, o no llego, o llego con muy pocos”. Bueno, acá la cosa -según creo- fue bien distinta. Recordemos que en aquel mal llamado “conflicto con el campo” una parte importante de ese “todos” (incluyendo al vicepresidente) que llegó con CFK encabezando la lista que prometía profundizar el proyecto, se fue corriendo a la velocidad del oportunismo cobarde, revoleando por el aire la bandera de la distribución de la riqueza sin importar sobre las espaldas de qué sector social pegaría el asta al caer. Ahí, justo cuando la cuestión clave entre un modelo y otro se ponía en juego, cuando el “viento de cola sojero” podía transformarse vigorosamente en motor de esa industria relegada históricamente por el conservadurismo oligárquico, estos oportunistas políticos -meros enunciadores de promesas- se guardaron el “cómo cumplirlas” en el bolsillo, seguramente por la costumbre de contar con un aparato mediático al servicio de desmemoriar, de rasar la tábula, en pos de que los votantes tropiecen innumerables veces con la antiquísima y refritada piedra.

Recordemos también aquellas elecciones legislativas de 2009 con ese alica-alicate logrando marketineramente los votos que le ganaron a un núcleo duro que se quedó pariendo al kirchnerismo. Porque mi tesis es que ese “ismo” nació ahí y luego creció, si no: ¿de dónde salió el pueblo que lloró a Néstor? No. No estoy de acuerdo con lo que acabo de escribir. El kirchnerismo no nació de esa derrota. El kirchnerismo se parió cuando Néstor y Cristina, en vez de claudicar como todos suponíamos, levantaron el pecho y dijeron: “Vamos por todo”. Ahí se parió el kirchnerismo y nosotros, que estábamos en la sala de espera, pegamos el grito de vida al respirar ese horizonte de inmenso futuro por hacer.

Y después, imposible olvidar el dolor más grande. Néstor nos entregó su corazón obligándonos a hacernos cargo de tomar la posta. Porque somos nosotros los que llenamos la plaza y advertimos a los buitres: “si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar”. Porque es ella la que confía en nosotros, la que nos pide que trabajemos, que nos graduemos, que tomemos responsabilidades, que pongamos lo mejor de nosotros mismos para que el modelo llegue a los que aún no ha llegado. Y de eso se trata este momento, de formarnos como nuevos cuadros para estar donde haya que estar y hacer lo que se deba hacer para que este país siga siendo nuestro, del pueblo, y no de una minoría privilegiada con oportunistas full time trabajando “de” políticos.

No dudo de que Cristina decida hacer el esfuerzo de seguir cuatro años más. Pero también tengo la certeza de que eso no alcanza para que el camino no se trunque. Porque ella es una parte, la mejor parte, de un gran pacto nacional pero, ¿hasta qué punto nosotros lo entendemos y accionamos en pos de cumplirlo? Porque, que quede claro: si ella sigue, nosotros debemos redoblar, triplicar, o cuadruplicar nuestro esfuerzo, ya que el nuestro siempre será menor del que podamos imaginar que hace ella.

Entonces, si le pedimos que siga, hagamos más de lo que nosotros mismos suponemos que somos capaces. Porque si no: ¿para qué le pedimos a Cristina este esfuerzo de cuatro años más?

Publicado originalmente en 8 años K, una idea de Militancia Creativa

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