ANADig: CASO NOBLE HERRERA El juez, la muestra y la trampa

jueves, 27 de mayo de 2010

CASO NOBLE HERRERA El juez, la muestra y la trampa


Sospechan una maniobra para desacreditar la pericia: intentaron violentar la caja fuerte que guardaba una prueba clave retenida por Bergesio. El escándalo involucra al secretario del juzgado, hijo de un defensor de represores.
Por Franco Mizrahi

No tiene por delante una tarea fácil. Lo supo desde que recibió en su Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro la causa Noble. Y lo reafirmó la última semana. La magistrada Sandra Arroyo Salgado, que deberá determinar si Marcela y Felipe Noble Herrera son hijos de desaparecidos y fueron apropiados ilegalmente por la dueña del Grupo Clarín durante la última dictadura militar, se hizo cargo del expediente tras la remoción de su par Conrado Bergesio, el pasado 28 de abril, y, desde entonces, enfrentó diversos obstáculos para avanzar con la investigación.

La historia se remonta al 29 de diciembre de 2009, cuando los jóvenes Noble Herrera tuvieron que someterse a extracciones de sangre a fin de realizarse los correspondientes exámenes de ADN. Las muestras se dividieron en tres partes iguales: dos quedaron en poder del Cuerpo Médico Forense –hasta que el 15 de marzo de 2010 fueron trasladadas al Banco Nacional de Datos Genéticos– y la restante en manos del magistrado removido por la Cámara Federal de San Martín. Sin embargo, esta última no le fue entregada a Arroyo Salgado cuando su par le remitió el material de la causa.

El martes 11 de mayo la jueza descubrió que el sobre reservado con esa muestra –según consta en un acta de la causa– estaba guardado en la caja fuerte ubicada en el despacho de Bergesio. Tras el hallazgo, emitió una resolución –efectivizada el miércoles 12– en la que ordenó realizar una rueda de consultas con bioquímicos del Banco Nacional de Datos Genéticos y del Cuerpo Médico Forense para determinar el estado de conservación de la sangre guardada en el Juzgado Nº 2. Y determinó que las llaves de la caja fuerte quedaran en custodia del titular de la Secretaría Nº 6 de ese juzgado, a cargo de Fernando Goldaracena. El joven secretario recibió una orden expresa: no entregárselas a nadie.

Sin embargo, la integridad de la caja fuerte –donde se protegía la tercera muestra de sangre de los Noble Herrera– no duraría demasiado. El viernes 14 de mayo apareció rota su manija. Pero quien intentó abrirla no llegó al sobre que, entrada la tarde, fue enviado por orden de Arroyo Salgado al Cuerpo Médico Forense para un análisis clínico. Según diversos bioquímicos, la humedad podría haber afectado su perdurabilidad.

Veintitrés intentó comunicarse con Arroyo Salgado para que explicara el intento de violación de la caja fuerte pero su secretaria respondió que “no conversa con periodistas”. Por su parte, Goldaracena también evitó explicar el hecho y aseguró a esta revista: “Estaba bajo las órdenes de la jueza”. Si bien es cierto que la magistrada se encontraba en aquel momento subrogando a Bergesio, nunca habría dado la orden de abrir la caja fuerte.

ANADig, fuente Veintitres

2 comentarios:

  1. Acabo de comprar revista 23. Pa' salir de bruta.

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  2. leer siempre es bueno, lo malo es leer Clarinete... buena lectura y un beso sergio

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