ANADig: Hebe: "La muerte no pudo destruirnos"

lunes, 2 de enero de 2012

Hebe: "La muerte no pudo destruirnos"


La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, admitió que 2011 fue "un año muy difícil", pero que, sin embargo, "la `muerte´ no pudo destruírnos", al aludir al ex apoderado de la entidad, Sergio Schoklender, investigado por estafa y lavado de dinero con fondos de la asociación

"Fue un año muy difícil, sufrimos mucho y tuvimos que poner el cuerpo, no responder a las mentiras y a los agravios y pensar en cómo sostener nuestro proyecto para que no se caiga", analizó Bonafini en diálogo con Télam al repasar el 2011, en medio de la causa judicial por desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas que Schoklender administraba.

La desaparición de sus hijos en 1977, de su nuera y las torturas sufridas por su hija en 2001 cuando fue atacada por una patota en su domicilio, fueron momentos extremos en la vida de Bonafini, que sin embargo en 2011 volvió a ponerla a prueba inesperadamente.

"Buscaron destruir a las Madres", analizó Bonafini, al aludir en ese "buscaron" a un "enemigo" encarnado en los hermanos Schoklender y también en los medios de comunicación "que los sostienen y que siempre nos atacaron".

"Para ellos es necesaria la destrucción de las Madres, porque no entienden nada (acerca de) qué es una familia, qué es el amor", reflexionó sobre los hermanos parricidas, de quienes sostiene que "su tarea es destruir todo lo que tenga que ver con la vida".

"Ellos están del lado de la muerte, nosotras del lado de la vida", afirmó categórica al asegurar tener claro que "ahora el ataque se centra en lo que más me duele, que es mi hija" por haber adquirido un departamento a una firma involucrada en la estafa y que por eso el fiscal de la causa solicitó su indagatoria junto a otras 65 personas.

"Siempre nos pegaron, desde Nelson Castro hasta Clarín, y desde La Nación hasta Feinmann cuando decían que las Madres éramos terroristas, mientras nosotras peleamos por reivindicar a nuestros hijos como revolucionarios", afirmó Bonafini que, sin embargo, dice preferir "seguir creyendo en el hombre, porque no todo es igual ni todo es Schoklender".

A pesar de los golpes, Bonafini no acepta que las Madres se victimicen y aclaró que "siempre hablamos que no tenemos que victimizarnos, no, sino ponernos fuertes y firmes ante el enemigo y que sepa que lo podemos enfrentar y denunciar porque tenemos la razón", consignó.

Ante los ataques y agravios, Bonafini remarcó que la entidad respondió con "la solidaridad de tanta gente, incluso de quienes no conocíamos" y que el resultado fue la continuidad de todos los proyectos que tienen en la actualidad.

"Que no haya habido que cerrar nada, fue gracias a la ayuda de mucha gente, ministros, amigos, donaciones de dinero, cartas que nos siguen llegando hasta hoy", dijo sonriente convencida que "todo ese amor nos mantiene y nos da fuerzas para seguir con la universidad, la radio, el centro cultural ECUNHI, la revista y la fábrica de paneles".

A propósito, explicó que para 2012 continuarán con el proyecto de construcción de viviendas, ahora con la intervención de los municipios y las gobernaciones, en un plan que alcanza 4.500 casas.

Con relación a los juicios por delitos de lesa humanidad, que durante 2011 llevó a 193 represores al banquillo de los acusados, la presidenta de la institución avaló que se avance "en investigar a jueces, burócratas sindicales y representantes de la iglesia que también fueron responsables del genocidio".

Sobre la causa que investiga las irregularidades en la compra de Papel Prensa por parte de Clarín, La Nación y La Razón durante la dictadura militar, Bonafini respondió tajante que "depende de la plata que pongan para comprar a cada juez".

"Todavía hay jueces de la dictadura que son comprados con dinero y mientras hay plata, el periodismo amarillo, la basura, corre atrás de la plata y los jueces también tienen su responsabilidad", enfatizó Bonafini.

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