ANADig: Recordamos: 27 de noviembre de 1943, Perón asume la Secretaría de Trabajo y Previsión con rango de Ministro

martes, 27 de noviembre de 2012

Recordamos: 27 de noviembre de 1943, Perón asume la Secretaría de Trabajo y Previsión con rango de Ministro


El Departamento de Trabajo fue la primera repartición estatal dirigida por Perón, a partir de la cual su figura comienza a tomar relevancia pública, de la mano de los sindicatos, que ingresaban incorporándose para siempre, al primer plano de la vida política nacional.
El gobierno de Ramírez (del que el General era funcionario) había asumido frente a los sindicatos una actitud similar a los gobiernos antecesores: escasa importancia política e institucional, incumplimiento generalizado de las leyes laborales, simpatía pro-patronal y represiones puntuales.
En 1943 el movimiento obrero argentino se encontraba dividido en cuatro centrales: CGT Nº1, donde se encontraban nucleados los poderosos sindicatos ferroviarios, CGT Nº2 (con mayoría de trabajadores de extracto socialista y comunista), la pequeña USA (sindicalistas revolucionarios) y la FORA.
Una de las primeras medidas de Ramírez fue disolver la CGT Nº2, dirigida por el socialista Francisco Pérez Leirós, y que incluía importantes sindicatos como el de empleados de comercio  y los sindicatos comunistas (construcción, carne, etc.), acusándola de extremista política. La medida tuvo un efecto paradójico: la afiliación de muchos de los sindicatos de la CGT Nº2 a la -ahora única- CGT dirigida por el también socialista José Domenech, logrando de este modo fortalecer al movimiento obrero.
Poco después el gobierno sancionó una legislación sobre sindicatos, que cumplía ciertas expectativas sindicales pero al mismo tiempo permitía la intervención de los mismos por parte del Estado. En seguida el gobierno de Ramírez hizo uso de esa ley para intervenir al corazón de la CGT, la Unión Ferroviaria y La Fraternidad. En octubre una serie de huelgas fueron respondidas con el arresto de decenas de dirigentes obreros. Pronto resultó evidente que el gobierno militar estaba integrado por influyentes sectores anti-sindicales.
El dirigente sindical socialista Ángel Borlenghi, secretario general de la Confederación de Empleados de Comercio, encabezó el grupo sindical que tomó contacto con Perón y dio origen a la nueva corriente sindical laborista-nacionalista.  Si bien, la persona elegida para el contacto inicial fue el coronel Domingo Mercante -hijo de un importante dirigente sindical ferroviario y miembro del GOU- éste, convocó a su socio político e íntimo amigo, el Coronel  Juan Domingo Perón.
Los sindicalistas propusieron a los militares crear una Secretaría de Trabajo, fortalecer la CGT y sancionar una serie de leyes laborales que aceptaran los reclamos históricos del movimiento obrero argentino. En esa reunión Perón intentó sintetizar el reclamo sindical definiéndolo como una política para dignificar el trabajo.
A partir de entonces los coroneles Perón y Mercante comenzaron a reunirse sistemáticamente con los sindicatos. El 30 de septiembre de 1943 mantuvieron una reunión pública con 70 dirigentes sindicales con motivo de una “huelga general revolucionaria” declarada por la CGT para octubre, apoyada por toda la oposición. En dicha reunión los sindicalistas comunistas exigieron como condición previa a cualquier diálogo con el gobierno, la libertad de José Peter, secretario general del Sindicato de la Carne, detenido en medio de una huelga.
Perón intervino personalmente en el conflicto, presionó a las empresas para que realizaran un convenio colectivo con el sindicato (el primero en el sector) y aliviaran asi el malestar obrero, obteniendo también la liberación del dirigente de la Carne.
El efecto sobre el movimiento obrero fue notable y el grupo de sindicalistas partidarios de una alianza con ese sector del gobierno militar creció, incorporando a otros socialistas. Uno de los primeros efectos de la nueva relación establecida entre sindicalistas y militares, fue la no participación de la mayoría de los sindicatos en la huelga general revolucionaria convocada, que pasó inadvertida.
Poco después, el 27 de octubre la precaria alianza entre sindicalistas y militares logró que Ramírez designara a Perón como Director del Departamento de Trabajo, un cargo aparentemente sin valor alguno. Un mes después, el 27 de noviembre de 1943, Perón con el apoyo del General Farrell, logró que el Presidente Ramírez aprobara la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión, con un estatus similar a un ministerio y dependencia directa del Presidente de la Nación.
Como Secretario de Trabajo Perón realizó una obra notable, haciendo aprobar las leyes laborales que habían sido reclamadas históricamente por el movimiento obrero argentino: generalización de la indemnización por despido que existía desde 1934 para empleados de comercio, jubilaciones para empleados de comercio, Estatuto del Peón de Campo, hospital policlínico para los trabajadores ferroviarios, escuelas técnicas para obreros, prohibición de las agencias de colocaciones, creación de la justicia laboral, aguinaldo, etc.  e impulsando por primera vez la negociación colectiva, que se generalizó como regulación básica de la relación entre el capital y el trabajo
De la mano con esta actividad Perón, Mercante y el grupo inicial de sindicalistas que concretaron la alianza (los socialistas Borlenghi y Bramuglia, principalmente), comenzaron a organizar una nueva corriente sindical que iría asumiendo una identidad laborista-nacionalista.
El grupo asumió una posición anticomunista y  apoyándose en el poder de la Secretaría de Trabajo, organizó nuevos sindicatos en las ramas en que no había (químicos, electricidad, tabaco) y abrió sindicatos paralelos orientados principalmente a debilitar a los sindicatos comunistas (carne, construcción, textiles, metalúrgicos). El Ascenso de Perón a la visibilidad pública ya no se detendría.

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