Mutaciones de un mismo grupo ideológico

Por Norberto Baruch B.

Periodista de Tiempo Argentino. Autor de La cara civil de los golpes de Estado

 

Cuando iniciamos la investigación que mostraba la cara civil de los golpes de Estado, en 1985, no imaginábamos que hoy tendría cierta importancia para entender el presente. Una de esas fundaciones, el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES), que nace “como respuesta al espíritu que guía a este Proceso de Reorganización Nacional”, hoy tiene otra cara. La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, que utiliza las páginas del diario La Nación para publicar sus solicitadas sin identificarlas como tales, sostuvo que será necesario“afianzar la paz interior y superar las secuelas más dolorosas de nuestra guerra, mediante una generosa ley de amnistía”.

El mismo día en que se conoció su pedido, el bonaerense Eduardo Duhalde dijo, en la misma frecuencia, que “tenemos que parir en 2011 un gobierno para el que quiere a Videla y para el que no”. Pero la casualidad dejó su lugar a la causalidad. La comisión directiva de Justicia y Concordia había mantenido una reunión con el candidato a presidente, días antes de su declaración.

Tanto la Corporación de Abogados Católicos, el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES), la Academia Nacional del Derecho y Ciencias Sociales, el Colegio de Abogados de Buenos Aires y la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, han sabido perdurar en el tiempo. Pero esta aparente variedad esconde la operatoria de un mismo grupo ideológico que ha sabido mutar de acuerdo con las circunstancias políticas del momento. 

En ese proceso se pueden reconocer tres momentos. El primero tiene que ver con el apoyo ideológico al gobierno militar de marzo de 1976. El Colegio de Abogados de Buenos Aires es el principal protagonista. El 22 de agosto de 1978 emite un comunicado, que después sería usado por las defensas de los ex comandantes. “El hombre, en la lucha armada, juega la vida y la defiende, a veces, con cualquier medio: por eso se dice que la guerra es sucia, aunque no hay que pensar que haya guerras limpias, en las que nunca se cometan errores o excesos.” 

El segundo momento de la mutación lo encontramos cuando, ante los juicios a los ex comandantes, ellos asumen sus defensas. Entonces la entidad que concentrará toda esta operatoria será el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES). Ellos editan un libro, en 1985, que se llama Definitivamente... Nunca Más , donde cuestionan todo lo actuado por la Conadep. Allí, el doctor Horacio M. Lynch, sostenía que los miembros de la Comisión Sábato eran “víctimas directas o indirectas de la represión”, para luego concluir que es un error sostener que los reprimidos fueran “personas inocentes sin ninguna vinculación a la subversión”. 

Y así llegamos al último momento. Este se produce en la actualidad, ante las condenas a los represores. El 31 de diciembre pasado, la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, denuncia, a través del diario La Nación, que “decenas de presos políticos mueren en cautiverio, cuyos derechos son sistemáticamente violados por las autoridades Judiciales y Ejecutivas del país”